“Muy emocionante, muy grato poder compartir con el equipo y vivir este momento con los amigos que hemos hecho en este proceso. Es una gran celebración del cine de la que hemos hecho parte”, confesó Guerra.
El director aseguró que es el momento adecuado para que el arte sea la cara de Colombia en el mundo, dejando atrás los lazos de la guerra.
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“Es importante que el cine se rodee del apoyo en Colombia, este es el apoyo que le tenemos que dar a todas las artes en Colombia, las artes son lo que debe hablar de nosotros de ahora en adelante, cerrar este capítulo oscuro que ha sido la guerra y en el futuro sea el arte lo que hable de nosotros y sea nuestra música, nuestra literatura, nuestro cine lo que nos represente”, manifestó el director.
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Finalmente, Guerra dijo que se sorprendió al verse rodeado de los máximos exponentes del cine mundial y reveló lo que más le gustó de haber asistido a la celebración, pese a no ganar el premio Óscar al que estaba nominado.
“Poder saludar a John Williams, uno de los dos más grandes compositores del cine de los últimos 50 años, es el que ha hecho la música de La Guerra de las Galaxias, Tiburón, Indiana Jones, un tipo que tiene 50 nominaciones al Óscar”, enfatizó.
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Colombia tuvo la ilusión de lograr el primer Óscar de su historia a Mejor película de habla no inglesa con esta cinta que homenajea a las tribus de la Amazonía y rodada en blanco y negro.
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Su director, Ciro Guerra, se dio cuenta de que la gran mayoría de los colombianos desconoce esta parte de su fascinante pasado.
La película narra en paralelo el encuentro de Karamakate con el etnólogo alemán Theodor Koch-Grünberg y el biólogo estadounidense Richard Evans Schultes en la primera mitad del siglo XX, quienes buscan la yakruna, una planta ficticia que hace soñar.
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Las conversaciones entre el chamán y los exploradores -la mayoría en lenguas indígenas- ahondan en las tradiciones de las comunidades nativas, al tiempo que ponen de manifiesto cómo esta fuente de conocimiento se está extinguiendo.
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En la cinta, Guerra se acerca a la desconocida Amazonía, muy desconocida incluso para los propios colombianos pese a que ocupa casi el 30 % del territorio nacional.
Y lo hizo desde una perspectiva histórica diferente, pese a usar el clásico de dos aventureros occidentales que recorren el gran río Amazonas y se adentran en la selva.
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La película recorre los parajes del inmenso bosque tropical retratados en el siglo XX por el botánico estadounidense Richard Schultes y el antropólogo canadiense Wade Davis, y por ello la cinta se ha rodado en blanco y negro.