La Procuraduría General de la Nación expresó su preocupación debido a que, a menos de dos años de que venza la vida útil del relleno Doña Juana en Bogotá, no se tiene un plan claro para la gestión de residuos. Aunque se espera que el relleno esté operando hasta julio de 2025, hay incertidumbre sobre su futuro.
"Hemos solicitado al Distrito, la CAR, al operador y a la interventoría establecer una mesa de trabajo inmediata desde el punto de vista técnico y jurídico para definir con claridad una hoja de ruta en el corto plazo que permita establecer hasta el año 2025, que supuestamente el relleno podría ya dejar de estar disponible para la ciudadanía (...) Tenemos una alternativa y un camino claro desde el punto de vista de la habilitación de la licencia ambiental pero también desde el punto de vista contractual a la luz de lo que el arduo arbitral recientemente estableció", indicó el procurador delegado para Asuntos Ambientales, Gustavo Guerrero.
A su vez, el Distrito planea presentar esta solicitud para modificar la licencia ambiental y extender el uso del relleno por 5 a 7 años adicionales. La Procuraduría también destacó que resulta inquietante que no se hayan cumplido 17 de los 30 indicadores de seguimiento establecidos para la licencia ambiental y los criterios de descarga de sustancias, además de que las fórmulas de ajuste de tarifas vinculadas a estos compromisos no han tenido un efecto concreto en la aplicación y puesta en marcha de las medidas de conservación ambiental.
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