Aunque parezca que la alarma empezó este lunes, según expresó la ministra, desde noviembre hay 354 municipios del país con caudales por debajo de lo normal y 29 municipios han tenido que hacer racionamiento. Por otra parte, son 4 ciudades las que dependen de los embalses, pero lo cual cuando estos caudales bajan hay afectaciones en los acueductos.
La ministra también explicó que se juntaron dos cosas en el caso de Bogotá: la primera las altas temperaturas, "nunca antes se habían visto estas temperaturas, algunos días llegamos a tener incluso 24 grados y, precisamente, mientras más calor hace, más consumo de agua hay, esto se juntó con el Fenómeno del niño".
Además, respecto a la pregunta de poner fuentes energéticas en zonas rurales del país y la negativa de los habitantes de esas áreas, la ministra dijo "póngase usted en el lugar de las pequeñas veredas y pueblos, no podemos simplificar la situación diciendo que son 40 casas, son veredas y pueblos enteros de la ruralidad de Cundinamarca y de esos territorios depende Bogotá".
Y agregó que el 75% de la población de Colombia la cual es urbana, depende del agua y servicios ecosistémicos que presenta la ruralidad que es el 25%, motivo por el cual no se podría poner uno por encima del otro.
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"Hay que entender también que lo que está pasando en Chingaza son límites históricos, y además hay temas de las infraestructura de agua que se deben trabajar" agregó la funcionaria pública.
Respecto al planteamiento de que los millones de habitantes de poblaciones urbanas son más determinantes que las minorías rurales Muhamad dijo que "mirar solo a lo urbano es inequitativo. Hay culturas indígenas, hay pueblos negros, además con niveles históricos de violencia, es por esto que tenemos que restablecer relaciones urbanas más equitativas, esa inequidad que tenemos hoy es uno de los puntos a resolver en Colombia".
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Y agregó que el balance de los presupuestos, de las capacidades institucionales, salud, etc, está concentrado en la ciudad, "no es verdad que se privilegie el territorio nacional en detrimento de las ciudades. Se han excluidos territorios enteros, que están hoy en manos de la guerra y donde están los servicios ambientales de toda la población colombiana". "Necesitamos entender nuestras interdependencias porque precisamente son esos territorios excluidos, los que han estado olvidados de las inversiones del estado y este Gobierno lo que busca es equilibrar eso”.
Muhamad agregó también que la medida del racionamiento de agua es para darle tiempo a los embalses de recuperarse. "No es tema de culpar la ciudadanía, hay temas más profundos y estructurales y es la expansión de la Sabana de Bogotá. Sabiendo que la oferta de agua está cada vez más estrecha".
Por otra parte, respecto a las campañas de prevención para ahorrar agua, Muhamad expresó que no cree "que hayan sido cero las campañas" o que las advertencias del Fenómeno del niño no se hubieran dado, sin embargo, admitió que se "pudieron haber reforzado más".
"Todos estamos metidos en una matriz de infraestructura de agua, que no depende del ciudadano, la pregunta es si estas infraestructuras son suficientes y las hemos adaptado a la realidad climática", agregó.
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