En un evento con defensores de animales e integrantes del Pacto Histórico y otros miembros del Gobierno, el primer mandatario sancionó este lunes la ley que prohíbe las corridas de toros en el país.
La propuesta, que fue aprobada como Ley en cuarto debate en la Cámara de Representantes el pasado 28 de mayo con 93 votos a favor y solo 2 en contra, fue sancionada este lunes en un evento en la Plaza la Santamaría de Bogotá, con presencia del primer mandatario y colectivos defensores de los animales, incluso también estuvo presente el presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Raúl Salamanca.
Con la materialización de la ley, Colombia abandona la lista de menos de diez naciones en el mundo que aún avalan la práctica de la tauromaquia.
"Bueno sería pensar qué pasa si se destruye la naturaleza. Y no hay más conclusión política, biológica, y social, que si se destruye la naturaleza se acaba la humanidad. No puede la justicia decirle al mundo que es cultura matar por diversión, los seres vivientes. Esa cultura entre comillas nos llevaría a que si nos divertimos matando al animal, entonces nos divertiremos matando a los seres humanos”, dijo el presidente Petro.
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Hay que mencionar que esta ley plantea la reconversión laboral de las personas que viven de este oficio, además de transformar a las plazas de toros en recintos culturales y deportivos. Lo anterior se llevará a cabo en un periodo de transición de tres años.
“Mi gratitud siempre será con la gente y con quienes desde la acción política han marcado un camino. Fue un honor ser la autora de la ley y aunque fue una lucha muy difícil, valió la pena. Colombia debe evolucionar hacia la abolición de cualquier forma de violencia humana y contra los animales. Eso también debe ser un propósito como país y sociedad”, dijo por su parte la senadora Esmeralda Hernández, defensora del proyecto en el Congreso de la República.
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Durante el evento, el jefe de Estado también anunció que precisamente esta plaza cambiará de nombre y dejará de considerarse como una “plaza de toros” para ser un espacio cultural que se llame simplemente “La Santamaría”.
Finalmente, el Gobierno deberá, a través de sus ministerios, adelantar un plan de pedagogía en colegios y escuelas que incentiven el cuidado, protección y respeto por los derechos de los animales.