Blu Radio reveló las denuncias que llegaron a la Comisión Nacional de Disciplina Judicial contra la magistrada Sandra Castro, las tres mujeres aseguran que han sido víctimas de acoso laboral. En los documentos también incluyen correos, incapacidades médicas y capturas de pantalla con las que pretenden demostrar y sustentar la denuncia.
Blu Radio habló con el presidente de la JEP , magistrado Roberto Vidal, sobre estos casos.
En una primera medida, Vidal asegura que sí tiene conocimiento sobre una “situación compleja” que se presentó entre la magistrada Castro y una funcionaria de la jurisdicción.
“He tomado cartas en el asunto”, dijo a este medio el presidente de la JEP y posteriormente explicó que una vez se conoció este caso se tomaron medidas institucionales.
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En el mismo sentido, explica que ya se activó la ruta de salud mental y cuidado de las emociones con la funcionaria involucrada en el caso.
Las denuncias de las funcionarias
Las tres denuncias de las funcionarias fueron radicadas la semana pasada, en uno de los casos una de las mujeres narra un evento que ella describe como "el hecho y situación más grave, triste y vergonzosa que evidencia todos los elementos de maltrato y acoso laboral proveniente de la Dra. Sandra J. Castro Ospina y de la cual solo puedo recordar con dolor por permitirme recibir un trato indigno e inhumano", según se lee en el documento.
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"Mis periodos menstruales son irregulares; lo anterior porque para el 12 de julio tenía un retraso de 8 días sin que tuviera síntomas de que tendría mi regla. Ese mensaje me generó dolor de estómago y como no había podido almorzar me fui al baño y vomité demasiado, cuando a las 4:30 p.m. aproximadamente la magistrada empezó a llamarme insistentemente, decidí atender la llamada y me dijo “Dónde estás? ¿Dónde está el proyecto? ¿Por qué no me has hecho las correcciones y enviado?”. Por lo anterior, le manifesté a la magistrada “estoy en el baño”, ella me dijo “debes venir ya o habrá consecuencias”, cuando llegue a mi puesto de trabajo, mi compañero me dijo “Haz los cambios rápidos son fáciles”, yo le dije “yo ya no sé cómo se hace y no puedo hacerlo realmente no puedo, hazlos tú”, entonces él dijo “No debería yo hacer esto que es tuyo”, entonces, la magistrada me dijo que debía ir a su oficina, empezó por decirme que debía agradecer tener una oportunidad como está de trabajo y dijo otras cosas como, que: “este es el despacho de la Sala con las decisiones de la mejor calidad”, “eres privilegiada a tu edad de tener un cargo como este”, “tu problema es ser la persona consentida del anterior magistrado”, “las mujeres no debemos esperar siempre un superhéroe y el magistrado no es tu superhéroe”, “ser linda no es lo más importante, también toca producir y ser profesionales buenas y reconocidas” entre otras cosas. Para ese momento y de la forma más avergonzada debo contar que empecé a sentir como bajaba sangre de mis piernas y me manchaba, tenía una falda y al no estar preparada estaba todo un caos, cuando la magistrada hizo una pausa en su discurso, le dije “debo ir al baño me llego el periodo”, esto la enfureció y me dijo “no te creo, siempre es la misma excusa de las mujeres débiles, deberías saber que tu compañera sufre con periodos menstruales más severos que tú y jamás se queja de eso conmigo, eres inmadura” para ese momento no soporté más y salí de la oficina llorando camino al baño", se lee en la denuncia .
En otro de los testimonios, una de las denunciantes asegura que tuvo crisis de pánico y ansiedad debido a esta situación.
"Impedirme subsanar el proyecto, utilizar un lenguaje ofensivo, sustraerme de todos los casos que tenía asignados de su despacho, el temor por el perjuicio laboral, la desarmonía en el ambiente laboral, y la exposición a mi buen nombre y honra, produjeron en mí una sensación de acorralamiento e intención de suicidio. Y cómo no sentir miedo, angustia, terror, desmotivación, si soy una mujer indígena, madre cabeza de familia, y que actualmente enfrento una lucha para ganarle la batalla a una enfermedad" advierte en su denuncia.
Además, otro de los testimonios se refiere a las acciones tomadas por la jurisdicción en este tipo de casos.
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"La lista de personas que han sido sometidos a este tipo de actos de maltrato es extensa. Valdría la pena indagar con la Secretaria Ejecutiva de la JEP, el número de funcionarios a los que ha declarado insubsistentes o le han renunciado en los seis años de funcionamiento de la JEP. Lo raro es que, al interior de la JEP, esta situación tan evidente, en lugar de prender las alertas y que las directivas como el Órgano de Gobierno o la presidencia de la JEP tomen cartas al respecto, han guardado silencio cómplice, tal vez a la espera que suceda una tragedia que los obligue a pronunciarse", dice la denunciante.