De acuerdo con Bajaña fueron dos reuniones en el despacho Quintana y desmintió que hubiera hecho parte, mientras estuvo en la oficina de Sepúlveda, del equipo de trabajo de la Dirección Nacional de Inteligencia, DNI, cuyo director Álvaro Echandía fue salpicado por el testimonio de Quintana.
Esto, además, por una serie de artículos publicados en Las2Orillas que aseguran que Bajaña hizo parte de esa oficina de inteligencia que depende directamente de la Presidencia de la República.
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“Que digan que yo trabajé en DNI es grave. Lo que yo voy a hacer con el periodista de Las2Orillas que está diciendo eso es una denuncia formal. No hay un acta, un contrato ni un pago”, precisó.
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El conocido como el hacer ecuatoriano aseguro, también, que él era cercano a algunos miembros de la Fiscalía.
“Todo el mundo en la oficina de Andrés (Sepúlveda) sabía que yo estaba recomendado por personal de la Fiscalía, en especial de Cali, por eso no me dejaban entrar a las reuniones con Luis Alfonso Hoyos”, dijo.
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Confirmó que sí le envió correos a altos mandos de la Fiscalía General de la Nación después de que estalló el escándalo, como el entonces vicefiscal Jorge Perdomo.
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“Yo temía por mi vida y le escribí a los entes departamentales. Yo temía por mi integridad porque en ese momento había renunciado a la oficina de Andrés. Yo tenía un perfil recto y por eso me enferma este tipo de afirmaciones”.
Bajaña reafirmó que las interceptaciones ilegales a Francisco Santos fueron por parte de la oficina de Sepúlveda, que trabajaba directamente con la campaña presidencial de Óscar Iván Zuluaga.
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“El hacker Carlos Arturo Escobar trabajaba para Francisco Santos y lo que me pudo informar Andrés es que estaba dedicado a la campaña oscura”, dijo Bajaña.
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Pregunta: ¿por esa campaña oscura ustedes como oficina terminaron chuzando las comunicaciones de Francisco Santos?
“Lo hizo Andrés, por órdenes de Luis Alfonso Hoyos. Andrés decía que le diéramos bala. Por eso, uno de sus delitos es concierto para delinquir”, agregó.
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Frente a La Habana dijo que sí se enteró que la querían interceptar y que eso estaba a cargo de otro hacker, el español Rafael Revert.
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Finalmente dijo que vio en repetidas ocasiones a Luis Alfonso Hoyos, a Óscar Iván Zuluaga y el hijo de este, David Zuluaga, en esa oficina y que escuchó que querían obtener información de la mesa de La Habana