En diálogo con Mañanas Blu, con Néstor Morales, el ministro de Justicia, Néstor Osuna , compartió detalles sobre la nueva política antidrogas en Colombia. Dijo que la política es compatible con la legislación actual.
El ministro subrayó que la política de drogas propuesta es compatible con la legislación actual, que prohíbe el tráfico de cocaína y drogas, así como el cultivo de coca. Sin embargo, se identificaron restricciones en la comercialización de productos basados en la coca que no sean alucinógenos, lo que requerirá ajustes legislativos para facilitar su venta y promover actividades legales.
“La política de se mueve en un ámbito realmente estrecho, porque diseñamos una política de drogas que es compatible con la es absolutamente compatible con la legislación vigente. ¿A qué me refiero? La legislación vigente prohíbe el tráfico de cocaína, prohíbe el tráfico de drogas, y es muy restrictiva respecto al comercio, respecto del cultivo”, indicó el funcionario.
El ministro relató en Blu Radio los puntos que están a la base de la estrategia de la nueva política antidrogas en Colombia:
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- Sustitución voluntaria de cultivos de coca: la primera alternativa propuesta por el ministro Osuna es asignar tierras a campesinos dispuestos a dejar de cultivar coca de manera voluntaria. Estos terrenos estarían ubicados cerca de zonas urbanas y contarían con el respaldo del Estado en términos de proyectos agroindustriales y créditos para promover actividades lícitas.
- Sustitución en reservas forestales: para aquellos que cultivan coca en zonas ambientalmente protegidas, se propone ofrecerles un salario a cambio de erradicar los cultivos de coca y promover la siembra de plantas autóctonas para restaurar el entorno natural.
- Apoyo a la transición hacia cultivos lícitos: en territorios donde se cultiva coca, se plantea la posibilidad de apoyar la transición hacia cultivos legales con proyectos agroindustriales, créditos accesibles y desarrollo de infraestructura.
- Uso lícito de la coca: la última alternativa, aunque controvertida, consiste en permitir el cultivo de coca con fines lícitos. Esto incluye la producción de alimentos, medicamentos, textiles y otros productos derivados de la coca que no sean alucinógenos.
Osuna destacó que el verdadero problema radica en la producción de cocaína, no en la hoja de coca en sí. La meta del Gobierno es reducir en un 40% las hectáreas de cultivo de coca en los próximos tres años, así como disminuir la producción de cocaína. Se espera que la estrategia permita una concentración más efectiva de los esfuerzos estatales en la lucha contra el narcotráfico.
Finalmente, Osuna señaló que la estrategia prohibicionista de las drogas debe evolucionar hacia una regulación sensata que permita un consumo controlado y reduzca los efectos negativos asociados al narcotráfico, la violencia y el encarcelamiento masivo. Se espera que esta nueva política antidrogas promueva un cambio en el paradigma internacional de las drogas hacia una regulación más equitativa y efectiva.
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