La Policía Nacional incautó más de una tonelada de cocaína en Fusagasugá, Cundinamarca, procedente de los llanos orientales y el nororiente del país y que iba a ser enviado a México camuflada en productos agroquímicos.
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Los operativos se desarrollaron en una casa de recreo ubicada en un sector residencial y de descanso en este municipio y que había sido modificado por los narcotraficantes como centro de acopio.
El trabajo investigativo de la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, y la información oportuna de la comunidad que alertó sobre movimientos de carga pesada, permitió constatar que algo sospechoso se almacenaba en el lugar.
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Con aval judicial, comandos jungla de la Policía Nacional ingresaron a la vivienda y en las habitaciones encontraron las evidencias de lo que sería una empresa de agroquímicos, con recipientes de plástico para el almacenamiento, una maquina empacadora al vacío y abundante documentación que certificaba la exportación de estos productos.
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Sin embargo, la inspección en el garaje evidenció algo muy distinto. Un radio de telecomunicaciones, aserrín, un bulto de café y varios sacos que expelían un olor fuerte, estaban agrupados en perfecto orden.
Las lonas escondían 1.146 paquetes rectangulares, todos rotulados con cinco logos diferentes de marcas de cigarrillos y de compañías automotrices, así como las expresiones ‘R-15’ y ‘Full’, utilizadas por las organizaciones narcotraficantes.
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Ante el hallazgo, se realizaron las pruebas técnicas a los bloques, que dieron positivo para clorhidrato de cocaína. 1.146 kilogramos del alcaloide, algo más de una tonelada, estaba embalada y lista para ser enviada fuera del país.
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Las primeras investigaciones indican que la droga era acopiada en esa casa, presuntamente llegaba de cinco puntos distintos de los llanos orientales y Norte de Santander, y permanecía allí durante varios días en espera de encontrar un mecanismo efectivo de camuflaje, eso explicaría la presencia del aserrín, para intentar persuadir los controles.
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Dentro de los documentos encontrados aparece certificada la salida de mercancía hacia México y el pasaporte de un ciudadano de ese país, lo que hace pensar que el alijo iría camuflado entre productos agrícolas rumbo al país centroamericano.