Colombia podría estar empezando una crisis energética que abarca distintas alarmas que van desde estrechez en el suministro de combustibles y la generación de electricidad así como los distintos líos en materia de reservas de gas y petróleo, advirtió este el Contralor General de la República, Carlos Hernán Rodríguez.
"Hemos advertido que hay una confluencia de alarmas en distintos sectores, hidrocarburos, gas, electricidad y esto me permite afirmar que en estos momentos y lo reitero nuevamente podemos estar comenzando una crisis energética la cual continuará agravándose en el tiempo de no solucionarse prontamente y esto desde luego va a significar mayor gasto fiscal", dijo el Rodríguez en una conferencia durante la VII Cumbre del Petróleo, Gas y Energía.
El funcionario comparó la energía como el flujo de sangre de la economía antes de hacer un inventario de las alarmas: Por un lado, la producción de gasolina y de diésel se está quedando cada vez más cortas frente a las necesidades del país y no hay planes para ampliar las refinerías.
En segundo lugar, hay problemas en los proyectos de desarrollo de gas natural , por ejemplo, el pozo Sirius (antes Uchuva) está paralizado.
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"Realmente lo que observo es una fuente menos de recursos y que se reducen los tiempos disponibles, ya de por sí apretados para evitar la importación masiva de gas, para evitar apagones en épocas de baja hidrología, para evitar mayor endeudamiento como ocurre actualmente, para evitar que el parque automotor de gas no cuente con el combustible necesario para moverse", dijo el Contralor.
En tercer lugar, está el riesgo de apagón sobre el cual cada vez hay menos margen de maniobra. Los problemas del sector eléctrico en el país incluyen no solamente la inesperada sequía que afronta el país, sino además los problemas para sacar adelante los proyectos de generación o transmisión de electricidad y la difícil situación económica de la empresa Air-e, recientemente intervenida por el Gobierno.
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La Contraloría pidió al Gobierno que defina la seguridad energética como una prioridad incluso si eso significa sacrificar la agenda de la transición energética del Gobierno nacional y criticó la respuesta del Gobierno a la petición de la Cámara de Representantes de reanudar de inmediato los contratos de exploración de petróleo y gas.
Además de la crisis energética, a la Contraloría le preocupa el impacto en las finanzas públicas debido a la dependencia que hoy tiene el Gobierno en la renta petrolera. Solo por poner un ejemplo, esta semana el Gobierno radicó un proyecto de ley según el cual el petróleo y el gas generarán unos 21 billones en regalías entre 2025 y 2026.