Luego del contundente y unánime fallo de la Corte Suprema de Justicia, que determinó que el exdefensor del pueblo, Jorge Armando Otálora, no acosó sexualmente a su exsecretaria privada Astrid Helena Cristancho y archivara su proceso penal, la mujer habló sobre esta decisión en entrevista con Daniel Coronell y la Revista Semana, precisamente la columna que hace dos años reveló la denuncia que se acompañaba de fotografías íntimas.
Astrid Helena Cristancho aseguró que no es cierto que, como lo dice la Corte, haya existido una relación amorosa y sexual consentida. Insiste en que su jefe la acosaba y ella necesitaba conservar su trabajo.
“No, no es cierto. No fue consentida, no fue amorosa y no fue una relación. Ni de noviazgo, ni de pareja, ni de amor. Fue el abuso de un jefe poderoso contra una persona que necesitaba su trabajo”, dijo la mujer.
Con respecto a la carta que, según la Corte, fue enviada por Cristancho a Otálora en una fecha especial y en la que ella expresaba su cariño, la mujer asegura que es un montaje de la defensa del exdefensor.
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“Esa carta la presentó Jaime Bernal Cuéllar, el omnipotente abogado de Otálora. Yo no escribí esa carta. A ese documento nunca le hicieron prueba técnica o grafológica que demuestre que es mi letra. Además, durante el proceso jamás me preguntaron por ese escrito que desconozco”, aseguró.
Vea aquí: Exdefensor Jorge Armando Otálora no acosó a su exsecretaria: Corte Suprema
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Cristancho asegura, además, que la primera relación sexual se dio en la casa del exdefendor del Pueblo y que ese día, tras recibir una copa de vino, perdió la conciencia.
“Luego solo recuperé la conciencia cuando estaba en otro lugar vistiéndome con mi jefe al lado. Yo me fui llorando (…) Sigo sin explicarme porque no recuerdo nada de lo que pasó. Si estaba bajo la influencia de alguna sustancia o si mi mente borró la experiencia. He recibido terapia profesional por dos años y medio y sigo recibiéndola, sin poder reconstruir ese momento”, relató Cristancho.
Manifiesta que no denunció en ese momento porque sentía miedo y vergüenza.
“Yo había ido a la casa de él, acepté un vino. Sentía una profunda vergüenza, además de miedo. Temí que me pasara lo que hoy me está pasando y lo que pasa a muchas víctimas de violencia sexual que es que no nos creen. Que la víctima termina siendo culpable de haber ido, o de tomar vino como si eso fuera una autorización para que pasara cualquier cosa. La Fiscalía nunca le preguntó al defensor sobre ese episodio”, manifestó.
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Cabe señalar que la Corte consideró que no era lógico que, tras una situación semejante, la víctima continuara durante año y medio frecuentando a su agresor y expresándole muestras de afecto. No obstante, la mujer manifiesta que las reiteradas visitas nocturnas al apartamento de Otálora, que quedaron consignadas en la minuta del edificio, no fueron voluntarias como lo dice la Corte.
“No fue voluntariamente. Yo estaba sometida al poder de él, a las amenazas de perder mi empleo, un trabajo que yo adoraba, que hacía bien y que además necesitaba mucho. Esa presión para mantener el trabajo es igual o peor en Colombia que en cualquier parte del mundo. La diferencia es que a Harvey Weinstein lo acusan en Estados Unidos por sus abusos y aquí la víctima termina en el banquillo”, explica Cristancho en la entrevista de la Revista Semana.
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Finalmente, Astrid Helena Cristancho sostuvo que las fotos íntimas que fueron reveladas por ella a los medios de comunicación fueron enviadas por Otálora sin que ella las solicitara y que no se arrepiente de haberlo denunciado.
Por su parte, Otálora ha insistido en su inocencia y pide que se investigue a quienes influenciaron a Cristancho para que hiciera esta denuncia que, según él, buscaban sacarlo del cargo, como en efecto sucedió.