Hace cuatro años que la guerrilla delas Farc firmó el Acuerdo para la Terminación Definitiva del Conflicto en Bogotá con el Gobierno del presidenteJuan Manuel Santos. Uno de los puntos de lo pactado fue la participación política del grupo que abandonaba las armas y que ahora tendría curules directas en el Congreso de la República sin pasar por las urnas.
Desde el inició de la legislatura el 20 de julio de 2018 los senadores y representantes del partido Farc, han intentado adaptarse a un mundo desconocido.
Para algunos expertos de paz este ha sido un punto positivo para el proceso y la reciente vida política del país. Para la senadora por el partido Farc Sandra Ramírez, haber logrado esos escaños en el parlamento no es un triunfo , no una oportunidad para otras fuerzas políticas.
“Es empezar a abrir el camino, no solamente a nuestra participación sino a más fuerzas minoritarias, progresistas de otros sectores en el congreso”, señala Ramírez.
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Según León Valencia director de la Fundación Pares, Paz y Reconciliación, era indispensable que las Farc llegaran al congreso como parte vital del acuerdo de paz que se logró con el gobierno Santos.
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“Era una cosa indispensable, inevitable digamos, ninguna organización guerrillera en el mundo acuerda salir a la vida civil sino tiene una participación política porque ese es el sueño de cualquier organización armada”, declaró Valencia.
El que las Farc lograran participación política abrió espacios en los territorios donde ejercían su poder armado. En por lo menos 180 municipios, de los 260 en lo que tenían alguna presencia, según Camilo González Posso, presidente de Indepaz, permitió que disminuyera la violencia.
“Están las cifras de disminución de todos los indicadores de violación al derecho humanitario, a los Derechos Humanos, a pesar de todos los tropiezos, tenemos una transición traumática, pero tenemos más en la balanza positiva que en la balanza negativa”, indicó González Posso.
Valencia considera que con la llegada de las Farc al congreso se abrieron más espacios para la izquierda y a candidatos que jamás hubiesen tenido alguna oportunidad y agrega que: “sin el acuerdo de paz no hubiera ocurrido un avance enorme de la izquierda en el año 2018, en las elecciones presidenciales, y no hubiera habido lo que ocurrió en las elecciones locales de 2019, lo que ocurrió ahí fue el triunfo de gente por fuera de las estructuras tradicionales del país en diez muy importantes alcaldías y en gobernaciones muy importantes”.
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Sin embargo, para las Farc no solo se trataba de llegar al Congreso sino de presentar proyectos que representaran lo que por años reclamaron. No ha sido una tarea fácil, según la senadora Ramírez, porque no han contado con la mayoría parlamentaria, solo con la bancada de la oposición en los 32 proyectos que han presentado en esta legislatura y que no han salido adelante.
Insiste la parlamentaria en que “no ha sido posible porque siempre o nos los dejan en la cola o son los últimos, entonces nos toca es estar atentos para evitar que se hundan y retirarlos con tiempo para poder tener la oportunidad de volverlos a presentar”.
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Pero no ha sido fácil no solo por las mayorías en el congreso sino por las peleas internas de las Farc. El director de la Fundación Pares considera que “tampoco han sido favorecidos por la situación propia del partido Farc porque también muchas contradicciones internas, divisiones internas que no les ha permitido hacer una labor más tranquila, más eficaz, más asertiva”.
Considera que si las Farc quieren seguir en la vida política luego del 2022 deberán promover nuevas generaciones que apoyen sus ideas y dar muestras de la verdad porque “al principio tienen muchas dificultades, pero después los electores empiezan a premiar su valentía, su decisión de mantenerse en la reconciliación y la paz”.
Finalmente, en lo que coinciden los expertos es en que se debe proteger al partido Farc para mostrarle al mundo el valor real del proceso de paz y el derecho que tienen a hacer política.