La Unidad de Investigación y Acusación de laJEP acusó al coronel en retiro Juan Carlos Figueroa por 38 casos de falsos positivos que se registraron mientras él comandó el Batallón La Popa, con sede en Valledupar, entre enero de 2004 y julio de 2005. Figueroa llegó a la comandancia del Batallón después de la salida del coronel (r) Hernán Mejía, quien también fue acusado por casos de ejecuciones extrajudiciales.
"La mayoría de las víctimas fueron civiles indefensos. Varias de ellas eran personas en condición de vulnerabilidad y al menos una padecía una discapacidad mental. Incluso, los subordinados de Figueroa traspasaron los límites de la jurisdicción del Batallón La Popa para reclutar a algunas de las víctimas en diferentes sitios de la costa Caribe", señaló Giovani Álvarez, director de la Unidad de Investigación y Acusación.
Según las investigaciones, algunos integrantes del Batallón La Popa estigmatizaron a las comunidades indígenas Wiwa y Kankuamo, razón por la que varias de las víctimas pertenecían a estos pueblos. Figueroa en este momento se encuentra en Emiratos Árabes y ahora deberá enfrentar el juicio, si es vencido podría pagar hasta 20 años de prisión.
"La acusación en contra del otrora oficial está fundada en 24 hechos victimizantes que dejaron al menos 38 personas asesinadas. De ellas, 11 fueron víctimas de desaparición forzada y nueve más de tortura", explicó Álvarez.
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