El Gobierno nacional respondió al anuncio que hizo el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de llevar a una “fase de congelamiento” los diálogos de paz ante un aparente incumplimiento de los acuerdos pactados en Cuba, durante el sexto ciclo de conversaciones.
A través de un comunicado, difundido por la delegación de paz, el Gobierno responsabiliza al ELN por las decisiones unilaterales de esa guerrilla, pues estas “generan crisis innecesarias” y debilitan la confianza de los colombianos en la voluntad de paz de esa organización guerrillera.
Esta reacción llega justo después de que el Comando Central del ELN llamara a consultas a su delegación por el malestar que generó en el comando central de esa guerrilla la instalación de una mesa en el departamento de Nariño.
Según el ELN, el Gobierno está montando un diálogo regional en ese departamento por fuera del proceso nacional y desconociendo la delegación de esa guerrilla por lo que el proceso entra en una nueva crisis. El Comando Central de esa guerrilla salva su responsabilidad atribuyendo las acciones violatorias exclusivamente al Gobierno nacional.
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En respuesta, la delegación gubernamental sostiene que desde el principio ha definido como una de sus prioridades “desarrollar la paz en los territorios”. Por eso, “respeta y alienta las iniciativas que los mandatarios locales lideran para proteger a la población y realizar transformaciones sociales”.
Y agrega que las conductas y las posiciones que asuman los frentes de guerra frente a estas iniciativas no dependen ni son inducidas por el Gobierno nacional como cree la guerrilla que calificó los acercamientos regionales como un “montaje” que lleva a una nueva crisis los diálogos.
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