Una carta enviada por grupos armados y narcotraficantes al presidente Gustavo Petro mostrando su disposición para iniciar una mesa de negociación genera polémica sobre las condiciones para iniciar esos diálogos. En Mañanas Blu, cuando Colombia está al aire , analizamos la viabilidad de esta negociación y la diferencia de lo acordado con las extintas Farc.
Escuche al senador Julián Gallo, el profesor Gustavo Duncan y el representante Hernán Cadavid dar sus puntos de vista.
De acuerdo con Julián Gallo, una cosa son las organizaciones con origen político, como a su juicio fueron las Farc y otra las agrupaciones netamente delincuenciales. El parlamentario dijo que los acuerdos no establecieron condiciones como, por ejemplo, la entrega de información sobre rutas del narcotráfico o similares.
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“El Estado colombiano se sentó a dialogar con las Farc por un reconocimiento político del alzamiento armado evidente, no de otra manera habría sido posible un acuerdo de paz. De otra forma la ruta habría sido otra como en su momento lo hizo en su gobierno Álvaro Uribe cuando a través de la ley de Justicia y Paz negoció con el narcoparamilitarismo y pretendió meter por la puesta de atrás un reconocimiento político que la Corte Suprema tumbó. Esa es la realidad así no guste”, sostuvo el congresista Gallo.
“El origen de las Farc hunde sus raíces en el alzamiento campesino, en la lucha campesina y de la violencia. Puede que no les guste a muchos, pero es la realidad. Eso es lo que hoy en día, entre otras cosas, tiene a un nuevo gobierno llegando. Abrirá las puertas no solo a superar el conflicto a través del diálogo con sus múltiples expresiones. En el caso de Comunes, el partido que surgió del acuerdo de paz, consideramos que la JEP no es el escenario para tramitar algunos de esos conflictos”, agregó el parlamentario.
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El representante uribista Hernán Cadavid, rechazó que grupos de extracción delincuencial intenten cobijarse en negociaciones de paz. "Estos grupos de extracción delincuencial común, pretenden postularse paras unos beneficios, para no tener justicia.
De acuerdo con el profesor Gustavo Duncan, el principal reto para el sometimiento de bandas delincuenciales es que creen un discurso que les permita reclamar un tratamiento político, este haga camino en la realidad nacional y posteriormente se convierta en un verdadero ejército nacional, como sucedió con las Autodefensas Unidas de Colombia. “Castaño así desmovilizó más gente que las Farc”, dijo el académico.