Hay duras críticas al presidente Iván Duque luego que saliera del salón elíptico a escuchar las intervenciones de los partidos de la oposición.
Afirman que una nueva ‘jugadita’ del Gobierno, permitió que fuera el ministro del Interior y no el presidente el que se quedara en el recinto escuchando estos discursos.
Publicidad
Según el estatuto de la oposición, las bancadas que no son afines al Gobierno tienen derecho a replicar el discurso del Jefe de Estado y por ley es obligatorio ser escuchados.
Sin embargo, esta vez Duque tenía una carta guardada bajo la manga, porque 24 horas antes había expedido un decreto en el que delegó al ministro de Interior, Daniel Palacios, para escuchar estos discursos de la oposición.
Este hecho fue notificado por el secretario del Senado, Gregorio Eljach, quién manifestó que esto era posible tras la firma del decreto número 781 de 2021 del 19 de julio.
Publicidad
En el decreto, después de su parte considerativa, dice: delegar en el ministro del Interior la función de escuchar, de forma inmediata a la terminación de la intervención del presidente de la República en la instalación de las sesiones del Congreso del 20 de julio de 2021, las intervenciones de los partidos y movimientos políticos con personería jurídica declarados en la oposición, en las cuales presentes sus observaciones y planteamientos alternativos de conformidad con lo establecido en el artículo 14 de la ley 1909 del 2018
En ese mismo sentido, Eljach explicó que “en conclusión, está distribuido el tiempo entre los partidos que solicitaron intervenir a nombre de la oposición y en cumplimiento del artículo 14”
“El presidente ha delegado a uno de sus ministros para escuchar dichas intervenciones y está presente desde temprano el señor ministro del Interior, Daniel Palacios Martínez”, dijo.
Publicidad
Este hecho generó el rechazo de los intervinientes de la oposición, el senador Antonio Sanguino, la representante María José Pizarro y el senador Pablo Catatumbo, coincidieron en que era una falta de respeto que el mandatario no se quedara a escucharlos e hiciera esa nueva ‘jugadita’