La creciente violencia en la región del Catatumbo convirtió a Cúcuta, en Norte de Santander, en un epicentro del sufrimiento humano y la desesperación. Miles de desplazados llegan a diario en busca de refugio, dejando atrás sus hogares y enfrentando un futuro incierto.
Tibú: un pueblo bajo custodia y en crisis
En Tibú, uno de los municipios más afectados por el conflicto, las calles están completamente militarizadas. Más de 3.000 personas han llegado a esta localidad tras huir de la guerra que azota el Catatumbo
. Familias enteras han caminado durante horas, cruzando caminos inhóspitos y arriesgando sus vidas para escapar de los enfrentamientos entre grupos armados ilegales.
Publicidad
“Da dolor ver esto”, expresó uno de los desplazados, quien relató en Noticias Caracol, cómo tuvo que abandonar su hogar junto con sus hijos ante las amenazas de violencia y los intensos combates en la zona.
En Tibú, Norte de Santander, las calles están completamente custodiadas. Más de 3.000 personas han llegado hasta este punto del Catatumbo. Muchas de ellas tuvieron que caminar horas para huir de la guerra. "Da dolor ver esto": desplazado.
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) January 19, 2025
Más en https://t.co/yqNEZK7rZ3 pic.twitter.com/eR6HD6G4Ne
Una crisis humanitaria en aumento
La llegada masiva de personas a Cúcuta y Tibú desbordó la capacidad de las autoridades locales y organizaciones humanitarias. Muchas familias desplazadas están viviendo en condiciones precarias, sin acceso a servicios básicos como agua potable, alimentos y atención médica.
El alcalde de Cúcuta ha hecho un llamado urgente al Gobierno nacional para que refuerce la atención humanitaria y tome medidas inmediatas para frenar la violencia en la región. “La situación supera nuestra capacidad de respuesta. Necesitamos apoyo para garantizar la seguridad y la dignidad de estas personas que lo han perdido todo”, señaló.
Publicidad
El Catatumbo, una región en constante conflicto
El Catatumbo, conocido por su riqueza natural y ubicación estratégica, ha sido durante décadas un territorio disputado por grupos armados ilegales. Enfrentamientos entre guerrillas, disidencias de las Farc, el ELN y otras estructuras criminales han convertido a esta región en uno de los puntos más violentos del país.
Las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes que habitan el Catatumbo han sido las principales víctimas de esta guerra, enfrentándose a desplazamientos, amenazas y violaciones de derechos humanos.
Un llamado a la paz y la solidaridad
Mientras la crisis sigue escalando, los habitantes de Cúcuta y Tibú claman por soluciones definitivas al conflicto. Organizaciones sociales y defensores de derechos humanos han exigido una mayor presencia del Estado en el Catatumbo, no solo con fuerza militar, sino con inversión social y estrategias de desarrollo que permitan construir una paz sostenible.
Publicidad
La situación en el Catatumbo recuerda la urgencia de trabajar por la reconciliación en una región que ha sufrido demasiado. Entretanto, Cúcuta sigue siendo un refugio para quienes huyen del horror, con la esperanza de un futuro sin violencia.