Desde el municipio de Tibú, en Norte de Santander , se registra una grave crisis humanitaria debido a las confrontaciones entre grupos armados ilegales en la región del Catatumbo. La situación ha provocado un desplazamiento masivo de población civil, superando las capacidades locales para atender la emergencia. Este informe se realiza desde un vehículo blindado de la Policía Nacional, que, en coordinación con el Ejército, lleva a cabo patrullajes conjuntos para garantizar la seguridad en la zona.
En diálogo con Blu Radio el coronel Néstor Rodrigo Arévalo Montenegro, comandante de la Policía en Norte de Santander, explicó los esfuerzos realizados.
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“La Policía Nacional viene brindando acompañamiento a los albergues donde está la población desplazada. Hemos estado pendientes de la comunidad, brindándoles seguridad y gestionando salidas humanitarias con el Servicio Aéreo de la Policía. Desde el inicio de esta crisis, el director general ha dispuesto todas las capacidades institucionales para apoyar a la población civil”, dijo.
Por su parte, el coronel Fernando Moreno, comandante del Ejército en Tibú, señaló las labores desplegadas por la Fuerza de Tarea Vulcano en coordinación con la Policía y las autoridades civiles.
“Hemos atendido a la población desplazada no solo en el casco urbano, sino también en instalaciones militares y policiales. Actualmente, estamos evacuando a 53 personas que se encuentran en el Batallón de Ingenieros de Combate No. 30 hacia un lugar seguro en Cúcuta”. Además, recordó que el año pasado el Ejército acompañó a la población civil en una caravana por la paz y lamentó que ahora deban garantizar su seguridad en medio de este conflicto.
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Las autoridades locales reportan que al menos 3.000 personas han llegado desplazadas a Tibú, y se espera que la cifra continúe aumentando. Según los testimonios recopilados, la fuerza pública y los organismos de ayuda no logran cubrir la magnitud de la emergencia. Pese a ello, se han recibido importantes gestos de solidaridad. Durante la mañana, 11 camiones cargados con mercados, colchonetas y kits de aseo llegaron gracias a las donaciones de ciudadanos comprometidos con aliviar la situación de los desplazados.
En el ámbito económico, aunque el comercio ha empezado a reactivarse parcialmente, las actividades se realizan bajo horarios restringidos por seguridad. Los habitantes aprovechan estas ventanas de tiempo para abastecerse de bienes esenciales antes de confinarse nuevamente en sus hogares.
La crisis en el Catatumbo ha desbordado las capacidades de las autoridades locales y departamentales, mientras que el desplazamiento forzado sigue aumentando. Desde el terreno, los patrullajes de la Policía y las evacuaciones aéreas del Ejército buscan proteger a la población en medio de un conflicto que continúa afectando gravemente a esta región fronteriza
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