Jesús María Aranda, líder de la comunidad indígena Misak, dijo en BLU Radio que es justo hacer un juicio a los conquistadores “asesinos” y por eso apoya el derribamiento de estatuas como la de Sebastián de Belalcázar, ocurrido este miércoles en Popayán.
“La juventud de hoy reivindica los libros de cronistas, la historia viva que tenemos los caciques. Aprovechando el morro (de Tulcán) , la colonización impuso a estos asesinos, a estos vándalos que llegaron a acabar nuestros aborígenes. Hoy es obvio hacer este juicio a estos asesinos conquistadores, inhumanos y esclavizantes”, expresó en Mañanas BLU.
Añadió que derribar las estatuas reivindica la historia de los pueblos indígenas y fue más allá: manifestó que ojalá pudieran derribar todas las demás estatuas de los conquistadores.
“Ojalá, si en el mundo han tumbado más de 45 estatuas, nosotros comparamos que debería existir estatuas de los aborígenes, de los primitivos que sí manejaron la ciencia y la sabiduría. Ojalá pudiéramos tener en su lugar nuestros indígenas”, manifestó.
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Indígenas de la comunidad Misak tumbaron este miércoles una estatua del conquistador español Sebastián de Belalcázar en Popayán, capital del convulso departamento del Cauca.
"De Belalcázar fue un genocida que masacró a los pueblos que conquistó. Mi respeto a los Misak que hoy reivindican sus muertos. Al suelo un símbolo de 500 años de esclavitud", afirmó la presidenta del Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais), Martha Peralta, en Twitter.
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