En las comunidades de la Mojana , desde abril, las fuertes lluvias han sido parte de su día a día. Durante el primer semestre del año las filtraciones en la obra del Jarillón Cara de Gato realizada en febrero incrementaron los niveles de agua de los caños y ciénagas de la zona; para el mes de mayo los Jarillones colapsaron afectando a las comunidades de la subregión.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) Colombia pide que se realicen acciones para la contención del paso del agua, puesto que la subregión seguiría sufriendo los estragos de las inundaciones si no se efectúan refuerzos en los Jarillones. Hoy en día el 20% de las comunidades tienen problemas, entre ellos 166.000 personas.
Desde la emergencia de 2021 en La Mojana por inundaciones a gran escala, el incremento de las necesidades humanitarias por la variedad climática ha aumentado, afectando tanto las viviendas como los cultivos, pero además estas inundaciones han afecta la infraestructura vial dejando incomunicadas a las comunidades y restringiendo el acceso humanitario.
Para este año se prevé que los niveles de agua superen los 2.5 metros registrados en los años anteriores, esto en consecuencia de la erosión de las orillas del punto de Cara de Gato y la ruptura del otro Jarillón. Es por esto que la organización quiere elevar las voces de las comunidades mojaneras para hacer incidencia ante el Gobierno Nacional sobre sus prioridades.
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Sin embargo, OCHA Colombia ya evidenció necesidades de las comunidades en La Mojana, desde alojamientos temporales, seguridad alimentaria y nutrición, brigadas médicas, entrega de kits de higiene, instalación de tanques de almacenamiento de aguas, hasta una educación enfocada en la reacción ante las emergencias.