La licitación del tercer carril de la vía Bogotá - Girardot, la más transitada del país, no habría tenido hechos de corrupción por parte de los participantes. Al menos esa es la conclusión del informe del Grupo Élite contra la Colusión que le recomienda a la Superintendencia de Industria y Comercio archivar las investigaciones en curso.
Entre los investigados estaban Conconcreto, Vinci, la compañía china CGGC, Carlos Alberto Solarte y su empresa, entre otros.
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¿Por qué las estaban investigando?
El proyecto de tercer carril es una obra que no involucra recursos públicos; se financia completamente con los peajes que pagan los usuarios de la vía. La primera empresa a la que se le ocurrió que esto fuera posible fue a la hoy extinta Conalvías.
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La compañía diseñó el megaproyecto y le dijo al Gobierno que estaba dispuesto a construirla con su propio dinero. Sin embargo, durante la licitación fueron otros los que se quedaron con ese contrato.
En su momento se creyó que dos de los consorcios en la puja se habían 'coordinado' para presentar ofertas y así garantizar que uno de ellos se quedara con la obra.
¿Por qué los exoneran?
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La investigación concluye que las empresas no intercambiaron información privilegiada y que Carlos Alberto Solarte no pudo presentar una mejor oferta debido a que su empresa ya estaba comprometida con otros proyectos.
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