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Ninguna mujer en un motel con alguien que pagó por ella puede sentirse empoderada: Mujer Cafam 2022

Claudia Yurley Quintero, elegida Mujer Cafam 2022, ha liderado la Función Empodérame con el fin de ayudar a cientos de mujeres a salir de la prostitución en Colombia.

345209_BLU Radio. Explotación sexual de niños / Foto YouTube: Pantallazo - Los Informantes de Caracol Televisión
Explotación sexual
Foto. cortesía Los Informantes

El premio Mujer Cafam se encarga de enaltecer la labor de las mujeres en Colombia que impulsan a sus comunidades femeninas. En la edición 2022, Claudia Yurley Quintero Rolón logró el premio gracias a su labor con la Fundación Empodérame, que busca ayudar a mujeres para que salgan de la prostitución.

“La prostitución beneficia al sector masculino. Queremos el fin de la opresión de las mujeres. Nosotras podemos ir a la universidad, otras estar en debates políticos y estamos luchando por eso (…) El 98 % de los que consumen sexo son hombres. Este premio es dedicado a las mujeres que luchan en la trata”, expresó en Mañanas BLU cuando Colombia está al aire.

En Colombia, la prostitución es legal, está regulada y existen “zonas de tolerancia” que permiten este tipo de “trabajo”. Para Quintero, esto “es un tema de aprender y de sensibilizar".

"Aquí estoy 10 años con mi grupo y no hemos retrocedido ni un centímetro. Queremos ser vistas y no como objetos”, sentenció.

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Según Claudia Yurley, muchas mujeres viven un “infierno” a causa de este mercado de explotación. Comentó que las personas que pertenecen a este círculo con el tiempo desarrollan traumas y que existen sectores que aún lo ven como un trabajo, a lo que respondió que “ninguna mujer en un motel con alguien que pagó por ella puede sentirse empoderada”.

Mujeres trans sobrevivientes

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“Las trans de mi organización también son sobrevivientes de la explotación sexual. Una vez una mujer lloraba porque pacto algo con un cliente y se incumplió. Ahí radica el problema”, mencionó. Además, explicó que las mujeres trans tampoco quieren pertenecer a redes de prostitución y no quieren "seguir siendo vistas como un objeto sexual".

Una historia de supervivencia

“Yenni Pinilla es colombiana y vive Bogotá. Estuvo esclavizada en un burdel en Cúcuta. Por mucho tiempo ella quería escapar, hasta que un día lo logra. Va a las autoridades y qué dice la Fiscalía, pues que ella agredió a un trabajador y no es víctima. La metieron cinco años en la cárcel, condenada a 11 años por agresión a un proxeneta; el proxenetismo debe ser penalizado en el país”, narró.

“Siempre estamos viendo oportunidades para las mujeres, pero si hay una educación a los varones seguro lograremos algo. La penalización en Suecia se logra de muchos años de trabajo hasta decir: yo no necesito comprar el cuerpo de alguien más. Es necesario que acá se le deje de hacer propaganda al sexo”, concluyó.

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