El empresarioCarlos Mattos , quien extraditado desde España para responder por presuntamente intentar sobornar a funcionarios judiciales y manipular el reparto judicial para que lo favorecieran en el millonario pleito, donde se disputaba la representación de Hyundai que tuvo hasta 2015, cuando la casa automotriz coreana cortó esa relación comercial, podría ver enredada su negociación con la Fiscalía.
Mattos, que ya había enviado una carta desde España pidiendo "pista" para negociar, volvió a insistir en un principio de oportunidad o preacuerdo para aceptar parcial o totalmente los cargos por los que la Fiscalía General de la Nación lo enfrenta en juicio, pero sin éxito nuevamente, pues los fiscales que lo investigan consideran de momento que no hay nada que aportar al proceso.
Los cálculos de la Fiscalía van desde el aporte que Mattos haría, es decir, a quién delataría y la molestia por una llamada que recibieron los fiscales Daniel Hernández y Álvaro Betancour, de otra fiscal de mayor rango, una delegada ante la Corte Suprema de Justicia.
Dicha llamada tendría como objetivo, que Hernández y Betancour, quienes conducen la investigación, evaluaran y evacuaran prontamente esa negociación con el empresario recluido en la en la cárcel La Modelo, donde comparte celda con él también empresario Emilio Tapia, condenado por corrupción y desde donde podría salir trasladado.
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El empresario es procesado por cinco delitos, entre ellos cohecho por dar u ofrecer dinero a funcionarios públicos, más de una decena de funcionarios judiciales, entre los que aparentemente estaría el juez sexto civil Reinaldo Huertas, destituido 15 años por la Comisión Nacional de Disciplina Judicial por recibir dineros de Mattos entre 2015 y 2016. De otro lado la jueza Ligia del Carmen Hernández Pérez, quien aceptó que recibió dineros en cajas de zapatos.
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