Alias ‘Jorge 40’ confesó su participación en más de 600 crímenes, pero habrían sido más de 3.500 cuando estuvo al frente del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Desde 2008 estuvo pagando penas en los Estados Unidos y está ad-portas de ser deportado a Colombia donde sus víctimas esperan respuestas claras y la justicia también aguarda por él.
A Miguel Antonio Espinosa Rangel lo asesinaron los paramilitares el 30 de junio de 2004 en Barranquilla por órdenes de Rodrigo Tovar, ‘Jorge 40’ y Édgar Ignacio Fierro Alias ‘Don Antonio’, cuando ambos estaban al frente del Bloque Norte.
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Miguel Espinosa era un abogado y líder sindical, comunitario, social y político, fue señalado de haber militado con la guerrilla, y bajo esa premisa estuvo en la mira de los ‘paras’, después de su asesinato, quedó claro que no era guerrillero, que uno de sus oficios era la lucha social, pero en ningún momento con armas distintas al conocimiento, el diálogo y la ley.
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Su hijo, Miguel, tenía 12 años cuando asesinaron a su padre, y asegura que una eventual deportación de ‘Jorge 40’ a Colombia, debe servir para conocer la verdad de lo que sucedió, dice él, no solo con su padre, sino con aquellos miles de víctimas que durante años han buscado respuesta.
“Esperamos que nos comente y nos dé información cierta y comprobada de quiénes fueron los financiadores de ese proyecto paramilitar, quiénes se beneficiaron de las muertes, qué sectores políticos, económicos y sociales instigaron si había de alguna forma, y que ha venido siendo demostrado, relaciones con organismos del Estado: Policía, de inteligencia, Fuerzas Armadas, etc.”, dijo el también vocero en el Atlántico del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, MOVICE.
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Desde la Oficina del alto comisionado para La Paz se dio a conocer la petición de deportación de ‘Jorge 40’, que se suma a la de Salvatore Mancuso y que ambas, vinculadas por su carácter, han hecho que las víctimas clamen por verdades y justicia en Colombia donde aún quedan delitos por los qué responder.
“Esperamos que así como Mancuso le respondió a Álvaro Leyva su solicitud de comparecer ante la justicia con toda la verdad, esperamos que también, Jorge 40 lo haga en la Comisión de la Verdad y en todos los organismos que dispone el ordenamiento jurídico colombiano para conocer y esperamos que se repare. Como Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, el sentir es uno solo, y es que Jorge 40 como los demás paramilitares cuenten la verdad y que ese tejido social que se rompió s0lo puede ser reparado comenzando con la verdad: necesitamos verdad y esas garantías de no repetición que a veces pareciera no darse. Ya van 51 masacres y no sabemos si esto obedece a una reactivación de estructuras residuales de paramilitares, de otros sectores armados y que en últimas, la sociedad colombiana sólo podrá salir de este periodo de conflicto, en la medida en que se vayan reconociendo las responsabilidades”, agregó Espinosa
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