En el hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar falleció en la tarde de este viernes José Orlando Pelayo, condenado del secuestro y asesinato de su hijo Luis Santiago de 11 meses de edad, en el municipio de Chía, Cundinamarca, el 24 de septiembre de 2008.
Pelayo pagaba una condena de 58 años en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar La Tramacúa, en donde llevaba 12 años de cárcel.
El director del Inpec, Daniel Gutiérrez, confirmó la muerte de Pelayo, quien se encontraba en el centro asistencial desde el pasado 10 de abril. Al parecer, venía padeciendo una ineficiencia cardiaca, fallas renales y diabetes, que lo llevaron a estar varios días en la unidad de cuidados intensivos.
La razón de Pelayo para terminar con la vida de su hijo fue que no quería pagar una cuota de manutención a la madre del joven Luis Santiago. En este crimen participó, además, la mujer con quien sostenía una relación Pelayo, Martha Lucia Garzón, y un hombre llamado Jorge.
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La muerte del pequeño Luis Santiago es uno de los casos de mayor consternación en el municipio de Chía; centenares de habitantes se sumaron a la búsqueda y, posteriormente, a las protestas que generó este hecho que repudio el municipio y el país. La madre del bebé declaró que Pelayo intentaba borrar los rastros de que había tenido una familia para iniciar una nueva vida amorosa.
Según la versión de Pelayo, en 2008, unos encapuchados ingresaron a su hogar y se llevaron al bebé de tan solo 11 meses de edad. Sin embargo, las investigaciones posteriores determinaron que el padre del bebé, Orlando Pelayo, estaba detrás del crimen.
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Así fue el caso de Luis Santiago, el bebé asesinado por Orlando Pelayo
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