La senadora Clara López no dudó un segundo en responder que sí valdría la pena salir a las calles y hacer una movilización para presionar la aprobación de la reforma tributaria .
"Eso es lo que corresponde, uno se opone cuando es en contra de los pobres y ahora se tiene que salir a movilizar apoyando, porque es a su favor", dijo.
"Es absolutamente indispensable, nos han dejado la olla raspada y algunos dicen que hasta botaron la olla, porque hay un endeudamiento extraordinariamente alto", agregó sobre la necesidad de la nueva reforma.
Contrario a López, el senador Gustavo Bolívar consideró que "no es necesaria una movilización, porque el empresariado colombiano ya entendió que si no hacemos la reforma tributaria, el país se hunde".
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"Lo que estamos pidiendo es un esfuerzo solidario para que podamos hacer las reformas que le prometimos a la gente en campaña", dijo.
Mientras tanto, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, prefirió no contestar palabra alguna sobre si era o no conveniente esta convocatoria de movilización social.
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Lo que sí dijo que es que se necesita esta reforma para recaudar los recursos que requieren los programas sociales.
"Yo creo que es necesario un apoyo amplio a la reforma tributaria, sobre todo porque es muy dirigida a la población en su conjunto, es para recaudar recursos de sectores de altos ingresos para poder destinarlos a los programas sociales del Gobierno. Entonces, esperamos que haya un apoyo amplio, tanto del Congreso como de la ciudadanía", dijo Ocampo.
El ministro insistió en que esta reforma no es en contra de la economía colombiana, ni mucho menos va en contra del empresariado. Sin embargo, la presidenta de Acopi, Rosmery Quintero, afirmó que se necesita una reforma más coherente.
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"Nosotros tenemos un impuesto combinado que hoy está alrededor del 40% y si nosotros aplicamos lo que dice ese proyecto de reforma, vamos a llegar al 60.4%. Estaríamos como en el primer lugar de los países más costosos en lo que implica el impuesto de renta, que es para las empresas, y eso llevaría a que muchos inversionistas, que están hasta disponiendo de sus patrimonios familiares, miren otros países donde invertir", dijo.
Quintero también opinó que convocar a una manifestación es incoherente, porque "cada vez que hay una, los grupos a los que gusta la violencia atacan al mobiliario urbano y eso termina siendo más impuestos".
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