El nombramiento de 18 exjefes paramilitares como gestores de paz ha generado una fuerte reacción del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice).
En una reciente entrevista con Blu Radio, el vocero de Movice, Leo Ricardo Sierra, calificó de “fracaso” la Ley de Justicia y Paz, asegurando que a casi dos décadas de su implementación, las víctimas aún no han obtenido la verdad ni la justicia que les prometieron. Para Movice, este reciente nombramiento reaviva un proceso que, en palabras de Sierra, “ha invisibilizado la voz de las víctimas”.
La inclusión de figuras como Rodrigo Tovar Pupo, alias 'Jorge 40'; Diego Murillo, alias 'Don Berna'; y Carlos Mario Jiménez, alias 'Macaco', quienes han admitido responsabilidad en cientos de crímenes de alto impacto, es vista por Movice como un retroceso en los derechos de las víctimas.
Sierra subrayó que la ley que permitió la desmovilización de estos excomandantes paramilitares no logró su cometido. “Nos ratifica una vez más lo que siempre hemos denunciado: Justicia y Paz fue un fracaso. Aún no conocemos toda la verdad sobre los crímenes y la vinculación de actores que financiaron el conflicto”, afirmó el vocero.
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Desde Movice, se exigen tres puntos clave: primero, que estos exjefes paramilitares aporten “toda la verdad” sobre su relación con otros sectores armados y financiadores; segundo, que se garantice justicia no solo para los perpetradores directos, sino también para quienes los financiaron; y tercero, que los actos de perdón de estos jefes “vayan más allá” de palabras, aportando información significativa para la sociedad y las víctimas.
Para Sierra, “con solo pedir perdón no basta”, y es esencial que estos procesos se enfoquen en la verdad y no solo en cerrar capítulos políticos.
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El vocero hizo un llamado al Gobierno a considerar a las víctimas como el eje central de los diálogos de paz. Criticó que, en la política de “paz total”, se ha priorizado la voz de los grupos armados en lugar de la de las víctimas. “Se ha invisibilizado la voz de las víctimas”, afirmó, destacando que la paz debe incluir a todos los sectores sociales, no solo a los actores armados.
Para Sierra, revivir el proceso de Justicia y Paz sin cambios significativos en su estructura significa “limitar el acceso a justicia” para las víctimas y enviar un mensaje de que “su derecho a la verdad y a la justicia no es tan importante como un ideal político de paz total”.
Finalmente, reiteró que cualquier diálogo debe ser incluyente y contar con la participación activa de las víctimas.