El Ministerio de Minas y Energía está recomendando al Gobierno nacional promover la transición de las petroleras hacia "una oferta diversificada de nuevas tecnologías y productos para soportar la transición energética justa", pero en cuatro documentos y sus anexos no dice una sola palabra sobre la necesidad de firmar nuevos contratos de exploración de hidrocarburos.
Los documentos son una versión preliminar publicada para comentarios y pueden sufrir modificaciones. Sin embargo, representan la ‘nuez’ de lo que hoy piensa el Gobierno nacional.
En varios apartes se menciona que el país debe aprovechar los contratos petroleros vigentes y luchar para materializar nuevas reservas, especialmente de gas natural. Según las proyecciones, sin nuevas reservas, Colombia tendría que importar crudo para abastecer sus refinerías a partir de 2030 y aumentar las importaciones de gas en los próximos años.
“Para minimizar esto, la política pública puede considerar, en primer lugar, materializar recursos contingentes de gas natural tanto costa adentro como costa afuera, y avanzar en diferentes políticas para la gestión estratégica de las reservas y recursos”, señala uno de los documentos.
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Sin embargo, el gas natural solo sería útil para el proceso de transición de aquí a 2050 en sectores como la industria, el transporte y la generación de electricidad, pero debería perder importancia a largo plazo y por eso los incentivos deben ser para la ‘explotación gasífera necesaria’. Se infiere del texto que el Gobierno se refiere a producción, no a exploración.
MinMinas propone al Gobierno evaluar que la infraestructura de oleoductos pueda ser usada para transportar otros energéticos y sus mezclas: "Promover la diversificación de negocios verdes de Ecopetrol, incluyendo la provisión de servicios de electrificación vehicular"; esto, podría referirse a la conversión de vehículos que hoy funcionan con gasolina o diésel a eléctricos (retrofit) o a la provisión de estaciones de carga.
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En materia de carbón, la producción del país caería drásticamente en después del 2030. No se renovaría ni el contrato de Cerrejón, que se acaba en 2034, ni el de Drummond, que termina en 2039.
Las apuestas de transformación de la demanda de energía en Colombia
El Gobierno quiere que para el 2050 más de la mitad de los vehículos sean eléctricos; por eso, propone regular y poner a andar no sólo la compra masiva de nuevos autos eléctricos, sino también la conversión de vehículos de diesel o gasolina en eléctricos. De hecho, el consumo de gasolina debería alcanzar su pico en el año 2035 y empezar a caer.
En 2050, Colombia va a necesitar seis veces más capacidad de generación de electricidad y dos veces más capacidad de transporte en las redes eléctricas. En ministerio recomienda explícitamente trabajar en los planes de expansión para cumplir la meta.
La electricidad será cada vez más importante en los hogares que poco a poco irán dejando de cocinar con gas. De hecho, se espera que las nuevas viviendas tengan conexiones para estufas de inducción.
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Las bases del informe
El informe toma como referencia varios de los planes y proyecciones de entidades del sector como la Unidad de Planeación Minero Energética o la Agencia Nacional de Hidrocarburos y del muy criticado informe de “recursos y reservas” con el que el Gobierno dijo en el foro económico Davos que habría gas hasta el 2042. También toma de referencia documentos gubernamentales o privados en materia de medio ambiente y transporte.
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Sin embargo, no hay una sola mención al marco fiscal de mediano plazo ni a los impactos que estas recomendaciones puedan tener ni en los ingresos de impuestos para el Gobierno ni en la balanza comercial del país.
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