Diego Valencia Camayó salió de su casa con el objetivo de preguntar por una novena para ir más tarde con su familia, pero con el pasar del tiempo generó preocupación a su familia por su paradero. A pesar de las llamadas y los mensajes que se le enviaban, el menor no respondía, hasta que unas horas después su foto de WhatsApp fue eliminada, poniendo en alerta a su familia e indicando que algo malo había sucedido.
El menor duró desaparecido tres días, en los cuales sus familiares y amigos no dejaron de buscarlo. Llegando hasta el jueves 19 de diciembre, en donde miembros de la comunidad dieron con el paradero del niño en medio de una zona boscosa de Risaralda conocida como el Maizal. Lugar al que también llegaron miembros de la policía y forenses para asegurar el área y empezar con las investigaciones
Mientras se resuelven las incógnitas, desde la Policía piden que se brinde cualquier información que pueda ser útil para esclarecer la muerte del menor y también se asegura la protección y anonimato para quien realice el aporte.
El macabro hecho también produjo reacciones como el de la institución educativa Gabriel Trujillo, quienes lamentan profundamente el deceso de uno de sus estudiantes, “acompañamos a su familia en estos difíciles momentos, enviamos nuestro abrazo de fortaleza y resiliencia para todos sus seres queridos”, como el de la concejal María Clara Name quien le pidió a la Fiscalía y a la Policía Nacional para que enfaticen su actuar para que el acto no quede impune.
Se esperan que los próximos días se determinen las causas de la muerte del menor y que se realicen las investigaciones restantes para conseguir las pruebas suficientes para avanzar la investigación.