El hecho se registró este martes, 24 de mayo, en la finca donde la familia vivía, en la vereda Calarcá Tetuán corregimiento Calarma, a 20 minutos del casco urbano, hasta donde al parecer hombres armados ingresaron a la casa y asesinaron a las cuatro personas. Las primeras versiones apuntan que habrían sido degollados y uno de ellos decapitado, versión que tendrán que esclarecer las autoridades de Policía e investigativas.
Dos de las víctimas son reconocidos líderes sociales del sur tolimense, la tercera el hijo de la pareja, de 16 años de edad, y una cuarta un primo. Las autoridades están en la zona, la primera hipótesis que manejan sería un presunto hurto luego de la venta de un ganado.
Como Elizabeth Mendoza, lideresa social y presidente junta de la vereda Calarcá Tetuán corregimiento Calarma, de 36 años de edad; Marco Tulio Molina, de 51 años; el hijo de la pareja Carlos Andrés Molina, de 16 años, y uno de sus primos Fabián Ricardo Berján, de 24 años, fueron identificadas las víctimas del atroz hecho que tiene conmocionado al municipio.
Al término de un consejo de seguridad extraordinario, el alcalde de la localidad, Hugo Fernando Arce, expresó su sentimiento de dolor: “Al conocer este trágico hecho, acudimos con las autoridades y ubicamos dos cuerpos; el de Elizabeth y su hijo, pero los cuerpos de Marco y el primo aún los están buscando, hay varias versiones que los vieron bajar por el río. Rechazamos la muerte de estas personas y más la de estos líderes sociales”.
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Elizabeth Mendoza habría recibido un premio nacional por parte del Ministerio del Interior, por su trabajo como líder social y otras exaltaciones por parte de la Alcaldía municipal, enalteciendo su labor, así lo expresó el mandatario local.
En referencia a las versiones que fueron degollados y uno de ellos decapitado, Arce señaló que “eso manifiestan algunos que los vieron. Yo dejo que las autoridades competentes den detalles del estado de los cuerpos, pero yo les manifiesto que los dos que encontramos, muy triste los hechos”.
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Hasta el momento no se conocen las causas de la masacre, pues argumentan los vecinos y amigos que eran buenas personas y no le debían nada a nadie; se dedicaban a laborar en su finca con ganado.
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