En el marco de la agenda de la COP16 , Promigas presentó los resultados de la segunda edición del Índice Multidimensional de Pobreza Energética (IMPE) con datos 2023. El informe reveló que 8,4 millones de personas, equivalentes al 16,1 % de la población, aún enfrentan pobreza energética, lo que resalta las desigualdades en el acceso y la calidad de los servicios de energía eléctrica en diferentes regiones del país.
Sin embargo, el análisis también destaca un avance positivo: en el último año, 314.510 personas superaron esta condición, al pasar la pobreza energética del 16,9 % en 2022 al 16,1 % en 2023.
“Este camino recorrido con el IMPE nos ha permitido identificar dónde están las mayores brechas en materia de pobreza energética y cómo podemos actuar para reducirlas. Nuestra meta no es solo conectar hogares con energía, sino asegurar que esa energía se transforme en bien-estar para las personas. En un año marcado por vientos a favor y en contra, el reto es conectar la ‘última milla’ para lograr un desarrollo energético justo y sostenible; por eso con el IMPE hicimos zoom y, además del análisis departamental, incluimos una medición a nivel municipal, convirtiéndolo en una caja de herramientas para la toma de decisiones en PRO de reducir la pobreza energética en los territorios más vulnerables”, indicó Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas.
El logro más destacado del último año fue la mejora global en el acceso a internet de los hogares: la privación de este servicio se redujo del 38,3 % a 33,8 % de la población.