“General, ya lo tenemos”, fueron las palabras de victoria que anunciaron el golpe a uno de los grupos de narcotráfico más poderosos de los años 80, el Cartel de Cali. Así lo relató el general retirado Rosso José Serrano, exdirector de la Policía Nacional y quien fue reconocido por salvar en ese entonces la institucionalidad de la fuerza pública, justamente, por la captura del capo de ese grupo ilegal, Gilberto Rodríguez Orejuela , alias el 'Ajedrecista'.
Gilberto Orejuela, junto con su hermano Miguel, consolidaron el Cartel de Cali y libraron una batalla con Pablo Escobar por varios años. Luego de seguimientos, infiltraciones e investigación de inteligencia, se logró la captura de los Rodríguez y su posterior extradición a Estados Unidos, país que presionaba a Colombia y los reclamaba por los delitos de narcotráfico; el exnarcotraficante murió este miércoles en una cárcel de EEUU.
Jaque al 'Ajedrecista': así fue su captura
“Me llamaron y me dijeron ‘mi general, ya lo tenemos’. Casi me desmayo, salí en un vehículo blindado y cuando llegué a la casa donde lo tenían (en Cali) vi que las cortinas se movían, dije ‘se voló’ y Gilberto respondió ‘no, aquí me tiene’. Fue muy impresionante, estábamos muy consternados, no pensamos que se lograra la captura”, narró en general (r) Serrano en Mañanas BLU.
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El general (r) le dio el reconocimiento a dos mujeres policías que, según contó, le hicieron el seguimiento al contador de Gilberto, quien era uno de sus hombres de mayor confianza: “Lo identificaron por el olor del perfume que usaba”.
El bloque de búsqueda era en su mayoría uniformados, los de inteligencia eran de civil, muy jóvenes, que pasaban desapercibidos. Teníamos mujeres en los seguimientos. El bloque de búsqueda estaba muy controlado, eran inteligentes
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Sobre ese grupo detalló que, a diferencia del accionar de Pablo Escobar, “los Rodríguez no mataban, pero sí corrompían”. Asimismo, recalcó que su bloque de búsqueda estaba conformado por personas “inteligentes” que no se dejan ver.
Además, señaló que esa captura “salvó la institucionalidad” porque en ese momento el Gobierno no pasaba por un buen momento y “EEUU presionaba mucho”. Calificó dicho golpe como un "jaque".
Orejuela estaba pagando una pena en una prisión de Carolina del Norte desde finales de 2004, cuando fue extraditado después de que fuera capturado en Colombia en 1995. Estaba oculto en una casa de Cali y era, en esa época, uno de los hombres más buscados en Colombia y en el mundo por el poder que había creado en su entorno.