Blu Radio conoció el caso de decenas de estudiantes que aspiraban a realizar sus prácticas en el Congreso de la República, quienes se vieron afectados luego de que el Centro de Investigaciones y Altos Estudios Legislativos (Cael) no cumpliera con la cobertura de riesgos laborales. Muchos de ellos no solo perdieron sus prácticas, sino también grandes sumas de dinero.
La situación se originó en abril, cuando la Secretaría del Senado y el Cael abrieron una convocatoria para prácticas laborales, pasantías y judicaturas en el Congreso . Más de 450 estudiantes se postularon, y 115 fueron seleccionados. Estos recibieron inducción, capacitaciones y recorridos en el Capitolio, con la promesa de que las prácticas serían "ad honorem" (sin remuneración), y que el Cael gestionaría y asumiría el seguro de ARL (Administradora de Riesgos Laborales) para todos los estudiantes.
Pasaron los días y, aunque se entregaron carnés a los seleccionados, la fecha de inicio fijada para el 1 de agosto de 2024 no se cumplió. Los estudiantes recibieron escasa comunicación por parte del Cael, y finalmente se les informó que el retraso se debía a la implementación de la Ley 2366 de 2024, que otorgaba al Cael el carácter de ente público adscrito a la rama legislativa.
Este cambio en las directivas del Cael modificó las condiciones de vinculación de los estudiantes, lo que incluyó la evasión del compromiso de asumir la ARL, aduciendo que no contaban con los recursos del Ministerio de Hacienda . En cambio, se indicó que las universidades debían cubrir el costo del seguro.
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El problema se agravó cuando muchas universidades se negaron a asumir la ARL, alegando que era responsabilidad del Cael. Esto dejó a los estudiantes sin prácticas y con importantes pérdidas económicas, especialmente aquellos que habían viajado desde otras regiones del país para realizar las prácticas en Bogotá, incurriendo en gastos de arriendo, manutención y otros.
Blu Radio conoció el relato de Luisa Lozano: “Yo renuncié a mi trabajo solo por hacer prácticas con el CAEL y ellos me dijeron que no se podía hacer nada. De hecho, aún tengo el audio donde mencionan que lamentan todo lo que pasó, pero que tengo la oportunidad de presentarme el otro semestre”.
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Luisa señala que, luego de una larga búsqueda, logró conseguir prácticas en otro lugar, ya que, de lo contrario, a raíz de lo ocurrido con el CAEL, se habría quedado sin este requisito de grado.
Así también fue el caso de Lisbeth Pascuaza: “La afectación realmente ha sido muy grande en el tema académico porque no pude iniciar a la par con todos mis demás compañeros de la universidad. Fue un mes y medio en el que no pude iniciar mi proceso de práctica; eso quiere decir que se atrasa el tema académico, y había proyectado graduarme hasta diciembre. La afectación económica también fue grande; fue un mes y medio en el que tuve que pagar arriendo, alimentación, servicios, y al venirme de una región hasta Bogotá, el tema económico es muy evidente”.
Además, añadió que “por ese retraso estuve un mes sin hacer nada y dos meses en donde nos tuvieron a la expectativa de cuándo íbamos a iniciar. Incluso nos dieron explicaciones donde nos aseguraban que sí se iba a dar el inicio de prácticas y que nos darían una solución inmediata”.
Por su parte, el argumento que da el CAEL es que, según ellos, se puede llegar a un acuerdo entre las partes con el tema de la ARL, es decir, con la universidad, para que esta se haga cargo. Sin embargo, varios estudiantes afirman que fue contrario a todo lo que les habían dicho inicialmente.
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Blu Radio intentó comunicarse con las directivas del CAEL, pero se obtuvo respuesta.
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