Los militares se han burlado de nosotros: víctimas de falsos positivos en Comisión de la Verdad

Ante la Comisión de la Verdad , los familiares de las víctimas de losfalsos positivos le exigieron Estado garantías de no repetición, medidas de reparación efectivas y el reconocimiento público de estos hechos. Aseguraron que los falsos positivos fueron una práctica sistemática que se extendió por todo el país.

En el evento estuvieron víctimas del Caribe, Antioquia y el Eje Cafetero, la Orinoquía y el centro oriente del país, entre otras regiones.

Uno de ellos fue Eliecer Arias, representante indígena Kankuamo, que explicó que el conflicto y los falsos positivos también llegaron a los territorios indígenas.

Gloria Peláez es representante de víctimas de Bogotá y Soacha y recordó que el 8 de febrero de 2008 su hijo salió emocionado de la casa a llevar una hoja de vida para un trabajo que le estaban ofreciendo: “Yo le di la bendición después del desayuno sin pensar que era el último abrazo”.

"Los militares se burlan ante nosotros, dijeron en la JEP que mataron a nuestros hijos porque no sabían ir al baño ni sabían coger la cuchara. ¿Por qué tenían que hacerlo? ¿Por qué tenían que buscar a esos muchachos que buscaban un trabajo para una mejor vida?", agregó Gloria Peláez.

Además, las víctimas han dicho que, tanto de parte del Ejército como de parte de otras instituciones del Estado e, incluso civiles, se necesita un compromiso con la justicia y la verdad de lo sucedido frente a estos hechos.

"Las víctimas coincidimos en que en cuestión de justicia no ha habido avances; los avances han sido pocos o nulos, la Fiscalía se relajó con el proceso de paz y quedamos olvidados, estamos invisibilizados”", dijo Alfamir Castillo, representante de víctimas del Eje Cafetero.

Por su parte, el comisionado Alejandro Valencia explicó que, según la información recolectada por la Comisión de la Verdad, existe un subregistro en la cifra de 6.402 casos por falsos positivos.

“Las ejecuciones extrajudiciales cometidos durante el gobierno de la seguridad democrática se cometieron, como parte de una política para incrementar las cifras de muerte del enemigo, legitimar la política de seguridad oficial y publicitar su efectividad”, aseguró Valencia.