BLU Radio tuvo acceso a informes de inteligencia que dan cuenta de la presunta infiltración del ELN y disidencias de las Farc en los desmanes que acompañaron las protestas por la muerte de Javier Ordóñez, tanto en Bogotá como en otras regiones del país. Además, se habla de la presencia de 20 grupos radicales o células urbanas en Bogotá.
Son cinco puntos clave los que investigan las autoridades sobre los desmanes que terminaron con la vida de 11 personas en la capital.
INFILTRACIÓN DE GRUPOS ARMADOS ILEGALES
Según las pesquisas, con el fin de fortalecer su componente urbano y promover escenarios de desestabilización y confrontación con la fuerza pública, no solo el ELN, sino grupos de disidencias de las Farc estarían infiltrando las manifestaciones sociales.
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Dice el documento que estas estructuras disponen de recursos humanos, financieros y tecnológicos para fortalecer su presencia en centros educativos y plataformas sociales y que por esto han recurrido a la construcción de un discurso de descontento con el Estado para incorporar en sus filas a nuevos miembros (reclutar) y de manera escalonada, alterar el sistema de valores individual, radicalizando sus posturas: una estrategia pseudopolítica y de masas.
VEINTE CÉLULAS URBANAS O GRUPOS RADICALES
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Las autoridades tienen identificados la existencia de 20 grandes grupos radicales o células urbanas en Bogotá los cuales, en su mayoría, están integrados por estudiantes universitarios y menores de edad, estudiantes de bachillerato.
Según los informes de inteligencia, algunas características de estos grupos son: no hay formas jerarquizadas, pero sí “líderes” que se destacan por su conocimiento en explosivos improvisados y numero de actos vandálicos y experiencias en las cuales hayan participado. También, el uso de pasamontañas, tapa oídos y ropa de recambio es una de estrategia de distracción por parte de estos grupos. En tercer lugar, realizan convocatorias para sus actividades a través de mensajes dejados en “buzones muertos” a través del correo electrónico y también con notas dejadas en lugares donde sus integrantes tienen puntos de encuentro.
LOS GRUPOS RADICALES IDENTIFICADOS
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Los investigadores tienen registros de los siguientes grupos radicales: Juventudes Camilistas, Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, Juventud Rebelde, Coordinadora Clandestina Simón Bolívar, Juventudes del Movimiento 19 de abril JM19, AK Al Combate y Jaime Bateman Cayon M-19. Algunos integrantes de estos grupos con tendencia violenta adelantan “trabajos comunitarios y políticos” en las localidades como fachadas donde buscan incentivar a la comunidad para que desarrolle actos violentos.
PATRONES DE LOS GRUPOS ARMADOS ILEGALES PARA RECLUTAR
Según las investigaciones, estos grupos armados ilegales tienen el mismo patrón para el reclutamiento de jóvenes:
- La Infiltración en centros universitarios del país y la expansión en cantidad de integrantes.
- El desarrollo de una táctica enunciada como “la acción violenta de las masas” (ELN)
- Ofrecimiento de capacitación técnica para elaborar artefactos explosivos, como elemento central de “armamento popular” para atentar contra entidades públicas y privadas
- El desarrollo actividades violentas y actos de terrorismo en contra de la fuerza pública.
- Financiación de eventos que alteren el orden público y la tranquilidad ciudadana.
- Desarrollo coordinado de actividades criminales para afectar a la fuerza pública de manera simultánea, en diferentes frentes.
CARACTERIZACIÓN DE LA JORNADA DEL 9 DE SEPTIEMBRE
Dicen los informes que, a raíz del homicidio de Javier Ordóñez y los desmanes que se produjeron por ello, se habría dinamizado el componente barrial de estos grupos a través de los Comités de Lucha Popular, Tejuntas, Cumbre Popular Urbana, grupos denominados como antifascistas (A.C.A.B) y el autodenominado movimiento 15J, quienes rechazan la actuación de la Policía Nacional e impulsan actividades de protesta y hechos vandálicos contra funcionarios e instalaciones policiales.
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Además, que identificaron perfiles en redes sociales dedicados a publicar en contra de la Policía, promover la violencia contra servidores públicos, incitar a la ciudadanía a realizar acciones vandálicas y de violencia contra instalaciones y funcionarios de la Policía Nacional.