El presidente Gustavo Petro sancionó el proyecto de ley conocido como divorcio exprés o libre, que permite a los colombianos divorciarse sin necesidad del consentimiento de las dos partes, es decir, unilateral. Esto representa un cambio significativo en los trámites que antes necesitaba una pareja para separarse.
En diálogo con Mañanas Blu con Camila Zuluaga, la representante Katherine Miranda y autora de esta ley, habló al respecto. Expuso los ajustes fundamentales que esta legislación trae consigo.
La modificación esencial gira en torno a la inclusión de una nueva causal de divorcio: basta con la voluntad de uno de los cónyuges. Mirando detalló que, hasta ahora, el Código Civil colombiano estipulaba nueve causales, todas ellas vinculadas a algún tipo de culpa.
Desde infidelidades hasta adicciones, las parejas necesitaban demostrar conductas específicas para poder separarse, lo que en muchas ocasiones prolongaba el sufrimiento dentro de un matrimonio desgastado.
“Todas esas causales eran un poco motivadas bajo la lupa de la culpa. Entonces, está que porque usted fue infiel, porque consume sustancias psicoactivas o porque es alcohólico o porque, no sé, le pega a su cónyuge, etc. Si usted no estaba dentro de esas causales estaba la novena causal que decía separación de cuerpos por dos años”, indicó.
Con la nueva ley, añadió, las personas podrán divorciarse de manera más sencilla, siempre y cuando exista un acuerdo sobre la repartición de bienes y la custodia de los hijos. Aclaró que, ahora, esto se podrá hacer por voluntad de alguna de las partes.
Nosotros lo que estamos haciendo con esta ley, uno, es incluir una décima causal, que es la voluntad de una de las partes. ¿Por qué? Cuántas veces nosotros hemos escuchado a nuestros amigos, a conocidos, a muchísima gente decir no me quiere dar el divorcio (…) A veces es difícil probar una de las causas de las ocho primeras causales. Entonces, no tiene que haber una causal de culpabilidad, es posible divorciarse, así como uno ha decidido casarse, por la voluntad de las partes
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Proceso de divorcio: lo nuevo y lo viejo
Una de las dudas más comunes entre quienes están considerando el divorcio es el proceso para seguir. Aunque la causalidad ha cambiado, las disposiciones sobre la repartición de bienes y la custodia de los hijos se mantienen.
La representante manifestó que el cónyuge que desea divorciarse debe presentar una solicitud ante un juez y una propuesta clara sobre cómo se manejará el patrimonio y el cuidado de los niños. Sin embargo, en los matrimonios religiosos, la situación puede complicarse, ya que también deberán cumplirse ciertos requisitos internos de la iglesia.
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Asimismo, abordó la crítica de que esta nueva ley pueda fomentar divorcios precipitantes. Respondió que, al contrario, han visto en otros países que este tipo de regulaciones protege la dignidad y libertad de las personas.
Argumentó que al permitir a las personas escoger cuándo y cómo dejar una relación, se busca prevenir situaciones de violencia intrafamiliar, donde la opresión de uno de los cónyuges prolonga el sufrimiento de toda la familia.