del periodista estadounidense James Foley.
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El mandatario norteamericano había dicho que estaba "consternado" por lo que le sucedió al periodista, secuestrado en Siria en noviembre de 2012, a lo que calificó como "un acto de violencia que agita la conciencia del mundo entero".
Sin embargo, horas más tarde, se dispuso con algunos amigos de Massachusetts a practicar deporte en medio de la conmoción que ha generado en Estados Unidos el brutal asesinato de James Foley de manos de los yihadistas.
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