El canciller encargado y embajador de Colombia en Washington, Luis Gilberto Murillo, fue designado por el presidente Gustavo Petro como delegado para facilitar un canal entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición venezolana.
Blu Radio conoció en exclusiva que Murillo durante su viaje a Ginebra, Suiza, donde asistió a la 55° sesión del Consejo de Derechos Humanos, medió e hizo los contactos para acercar al alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, con el canciller de Venezuela, Yvan Gil.
El fin del acercamiento gestionado por Murillo era persuadir al Gobierno venezolano sobre el regreso de la oficina de DD.HH. de la ONU a ese país, tras su expulsión hace cerca de dos semanas.
Según fuentes consultadas por Blu Radio, la condición de Venezuela fue el cambio de todo el personal de la oficina para aceptar el regreso de la misión de derechos humanos a la que Maduro le dio 72 horas para sacar a todos sus funcionarios de ese país el pasado 15 de febrero.
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Y es que justamente este martes desde Ginebra, el canciller venezolano, Yván Gil, confirmó un acercamiento para el regreso de la oficina de la ONU “sin injerencias políticas”.
“Hemos planteado un proceso de discusión con la oficina del alto comisionado para llevar la cooperación técnica al nivel que corresponde, sin injerencias ni participaciones políticas”, dijo Gil desde Ginebra.
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De acuerdo con el régimen venezolano, "la oficina en Venezuela se había alejado de su mandato de imparcialidad, llevando a cabo acciones impropias al erigirse en una suerte de bufete particular de grupos golpistas y terroristas".
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