Omayra Sánchez, de 13 años, se convirtió en el símbolo de la tragedia de Armero al registrarse en cámara de canales de televisión de todo el mundo las 60 horas de agonía que vivió antes de morir atrapada en medio del lodo.
La historia de Omayra fue descubierta por el camarógrafo español Evaristo Canete quien acompañó a la pequeña por varias horas mientras ella solicitaba que “me graben cuando me saquen de aquí para ver que salí triunfante”. (Escuche también: El dramático relato del camarógrafo que presenció la agonía de Omayra Sánchez ).
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Fueron varios los que intentaron ayudar a Omayra pero, de acuerdo a socorristas, el cuerpo de la menor estaba atrapado entre escombros de su casa y el cuerpo de su tía, que algunos aseguran “la tenía agarrada de una pierna”.
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La pequeña habló en varias oportunidades con las cámaras enviando mensajes a su madre, su padre y su hermano, “mamá reza para que yo pueda caminar y esta gente me ayude”, dijo.
Poco a poco la vida de Omayra se fue apagando ante los ojos del mundo hasta el 16 de noviembre cuando falleció ante la impotencia de quienes, durante tres días, intentaron ayudarla. El cuerpo de la menor fue dejado en el mismo lugar donde murió tal como lo aseguró su madre, quien en la época afirmó que "me dijeron que si la sacaban tenían que cortar por lo que estaba aprisionada, entonces dije que me la dejaran allá".
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La historia de la pequeña Omayra se convirtió en símbolo de la tragedia de la noche del 13 de noviembre de 1985 que dejó 25 mil personas muertas cuando el volcán Nevado del Ruiz entró en erupción y convirtió en agua las nieves de su cima, lo que desbordó el río Lagunilla e hizo que lodo y piedras acabaran con Armero.
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