La Unidad para las Víctimas explicó que uno de los problemas que tienen los bienes que fueron entregados por paramilitares en un fondo creado en el marco de la Ley de Justicia y Paz es que hay un temor de las personas para adquirirlos, una especie de “fantasma”.
Esta descripción, la entregó el director de la Unidad, Ramón Rodríguez, haciendo referencia principalmente a los bienes que estaban en manos del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso , hoy a punto de llegar a Colombia a responder por cientos de crímenes.
Existen esos fantasmas y temores frente a los bienes, lo que también dificulta legalizarlos. Por ejemplo, la casa de Salvatore Mancuso en Córdoba, la misma unidad tuvo que tomarla en arriendo, allí funciona la oficina de la Dirección Territorial, porque no fue fácil venderla por su historial. El dinero del arriendo va al fondo para pagar indemnizaciones judiciales
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El funcionario reveló que la entidad se encuentra administrando otros inmuebles de Mancuso y de otros que están generando recursos porque se encuentran arrendados y están en el proceso de monetización con CISSA, pero reiteró que dichos bienes "tienen 'fantasmas", por los "temores de que Mancuso vuelva a Colombia”.
De los 1.624 bienes recibidos que estaban en manos paramilitares, el 69% son rurales y han presentado problemas de pago de impuestos.
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BIENES DE LAS FARC
De acuerdo con la Unidad para las Víctimas, la entidad recibió más de 823.000 millones de pesos por parte de la Sociedad de Activos Especiales, SAE, con el propósito de aportar a la reparación colectiva, pero, según se advirtió desde la entidad, estos dineros o llamados recursos líquidos, corresponden a la extinción de dominio de exmiembros de las Farc que no fueron entregados en el inventario tras el acuerdo de paz.
De otro lado, según la unidad, ellos no han recibido recurso alguno directamente de las Farc como parte del acuerdo y estos más de 800 millones, según la SAE, corresponden a más de 400 reses producto de la extinción de dominio.