Este martes, la Comisión de la Verdad presentó el capítulo del informe final denominado "No es un mal menor, niños , niñas y adolescentes en el conflicto armado", en el cual retrata las afectaciones que sufrieron los menores durante el conflicto armado. El organismo determinó que en zonas donde no hay acceso a servicios básicos ni una presencia integral del Estado, los grupos armados secuestraron, asesinaron, desaparecieron y desplazaron menores y adolescentes.
64.048 menores perdieron la vida entre 1985 y 2018, 28.192 fueron desaparecidos entre 1985 y 2016, mientras que 6.429 niños fueron víctimas de secuestro entre 1990 y 2018. Aunque la Comisión explica que fueron distintos grupos armados como el ELN, las Farc o las Autodefensas, los principales responsables también aseguran que las Fuerzas Militares utilizaron menores durante el conflicto, esto se dio por ejemplo, con la reincorporación mediante detenciones arbitrarias con fines de reclutamiento.
"Y aunque el reclutamiento de adolescentes por parte de la fuerza pública no es un práctica intencional y dirigida, esto no exime a las fuerzas militares de su responsabilidad frente a estas acciones irregulares. Además, la fuerza pública sí utilizó de forma intencional y recurrente a las niñas, niños y adolescentes. Se aprovecharon de ellas y ellos para realizar acciones de inteligencia, vigilancia y control, lo que supone una infracción al principio de distinción del Derecho Internacional Humanitario", explica el informe.
El documento también presenta testimonios de menores que aseguran fueron reclutados por la fuerza pública para obtener información, como el caso de Wendy, una adolescente afrocolombiana de trece años residente en Tumaco, Nariño.
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"Los policías le preguntan a uno si distingue a los guerrilleros o conoce algún familiar, y pues da mucho miedo decir eso, porque de pronto la gente mala sabe y ellos le pueden hacer cosas malas a uno, entonces la gente se llena de miedo y le da miedo decirle a la Policía", se lee en el testimonio.
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Estos hechos, según el texto de la Comisión, llevaron a que los grupos armados señalaran a algunos menores de "auxiliar al enemigo" por lo que habrían llevado a que se presentaran diferentes delitos contra los niños y adolescentes como amenazas, asesinatos o desplazamientos de ellos y sus familias.
"Infiltrar niñas, niños y adolescentes a la guerrilla fue otra de las estrategias implementadas por la fuerza pública para hacer inteligencia. Con esto se evitaba levantar sospechas entre los guerrilleros y milicianos, pues como en estos grupos los reclutaban, era normal verlos en las filas. Esta práctica fue reconocida por Orlando, miembro de las Fuerzas Militares: «El Ejército sí utilizaba informantes pelados y hasta peladas. Hubo una pelada a la que le decían Solín, tenía diecisiete años y era de las FARC»".
Cuestionamientos a la Operación Berlín
Entre noviembre del 2000 y enero del 2001 la Quinta Brigada del Ejército llevó a cabo la operación Berlín, en municipios cercanos al páramo de Berlín, en Santander. El operativo tenía como objetivo detener el avance de la Columna Móvil Arturo Ruiz de las Farc. Sin embargo, para la Comisión de la Verdad, esta operación se llevó a cabo por parte del Ejército conociendo los riesgos que había las niñas, niños y adolescentes reclutados.
"El Ejército sabía que al menos 150 integrantes de la columna tenían entre catorce y diecisiete años, información que obtuvieron tras interrogar a Robinson705, un adolescente que logró escapar de a CMAR en Arauca. Informes consultados por la Comisión de la Verdad señalan que la columna tenía entre 368 y 380 guerrilleros, lo que significa que el número de personas menores de dieciocho años era alto".
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Este organismo explica, además, que el Ejército habría asesinado menores que se entregaron durante la Operación Berlín, pues aseguran que en el desarrollo de la operación Berlín, las niñas, niños y adolescentes que integraban la mencionada columna fueron asesinados, bombardeados y maltratados, aún cuando se hallaban en estado de indefensión y a sabiendas de que eran personas menores de dieciocho años.
Hasta el momento no hay cifras oficiales sobre el número de menores que murieron durante el operativo. Sin embargo, señalan que a pesar de los excesos de la fuerza pública, el expresidente Andrés Pastrana decidió condecorar a los militares que participaron en la operación.
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"La operación Berlín es una muestra de las falencias estatales para la protección de las niñas, niños y adolescentes. En la actualidad, el Estado no ha adelantado acciones que permitan recuperar a quienes están reclutados garantizando su derecho a la vida y a la protección de su integridad", afirman.
En este apartado del informe explican igualmente que los grupos armados reclutaron menores con falsas promesas de estudio, obligándolos además a tener relaciones con algunos comandantes del paramilitarismo o la guerrilla, también hubo casos en los cuales los niños se vieron afectados debido a que sus padres fueron asesinados o secuestrados por los grupos armados.
El informe finaliza explicando que los factores de riesgo para los niños no han sido erradicados, por lo que aún están expuestos a la violencia de los grupos ilegales.
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