
Ante la imagen de la Virgen de Chiquinquirá, transportada desde su lugar de origen a la catedral primada de Colombia, el papa Francisco oró y dejó una imagen que, tal vez, quedará por mucho tiempo en la memoria de los colombianos.
Por varios minutos, el máximo representante de la Iglesia católica se concentró en la imagen y fue retratado por las lentes de las cámaras presentes.
Le puede interesar: Que su visita abra nuestro corazón hacia la paz: Santos da bienvenida al Papa.
Con la mirada fija y sin parpadear, Francisco demostró su devoción a la Virgen María. Posteriormente se hincó y rezó las letanías, antes de dirigirse al balcón del Palacio Cardenalicio para saludar a la muchedumbre de fieles que lo ovacionó.
Publicidad