La comunidad internacional no pierde la fe en el proceso de paz de Colombia

La comunidad internacional ha sido un factor clave en el seguimiento, apoyo e implementación del acuerdo de paz en Colombia. Su orientación y acompañamiento son, hasta hoy, garantes del cumplimiento de lo acordado ese 26 de septiembre de 2016 entre el Estado colombiano y la guerrilla de las Farc.

Sin embargo, el mundo es consciente de los desafíos que tiene la implementación, aún más cuando la violencia tomó forma con otros actores y amenaza las vidas de quienes defienden los derechos humanos y de aquellos que decidieron acogerse a una vida sin armas.

Es en este punto en el que diferentes líderes y organizaciones desde los diferentes continentes manifiestan su mayor preocupación. La misma que expresó el 14 de septiembre de 2020 la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, quien ha seguido de cerca los asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos en el marco de la implementación del acuerdo de paz.

Bachelet dijo desde Ginebra: “En Colombia mi oficina ha documentado 47 asesinados de defensores de derechos humanos en 2020, 44 casos más están en proceso de verificación (…) El acuerdo de paz de 2016, Abrió un nuevo capítulo para todos los colombianos y debe implementarse plenamente para prevenir más violencia, violaciones y abusos de derechos humanos”

Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, OEA, Luis Almagro manifestó: “El proceso de paz no se ha estancado ni ha retrocedido, por el contrario continúa avanzando y atendiendo los derechos de las víctimas, pero también de la población desmovilizada” Pero reconoce que el proceso debe “…Enfrentar otros desafíos como nuevos brotes de violencia y el asesinato de líderes, defensores y defensoras de DDHH”.

Para Almagro, la paz no se consigue de la noche a la mañana, su plena realización no es una tarea sencilla. Tarea y esfuerzos que la OEA confía que el gobierno del presidente Iván Duque se empeñe en hacer lo mejor posible por sacarlos adelante.

La Unión Europea ha sido otro de los sólidos aliados del proceso de paz en Colombia. Su respaldo a la justicia transicional como parte de la implementación del acuerdo de paz ha sido fundamental. reconocen que esta jurisdicción realiza un trabajo “heroico”.

Recientemente el bloque continental junto a la JEP lanzaron un proyecto por 3,5 millones de euros (14.700 millones de pesos) para apoyar el mandato del tribunal especial.

Jean-Claude Juncker, quien fuera presidente de la Comisión Europea, durante su gestión manifestó su reconocimiento a Colombia y al acuerdo, pero también advirtió que quien se aleje seguirá siendo considerado en la lista de organizaciones terroristas.

El 24 de octubre de 2018 cuando se completaron dos años del acuerdo, dijo que: “el proceso de paz está funcionando. Se que se trata de un proceso muy difícil y aquellos que participan en el proceso han recibido el apoyo de la unión europea y quienes se están alejando del proceso serán conservados en la lista europea de organizaciones terroristas, y allí no habrá ninguna solución de compromiso al respecto. Nosotros apoyamos el proceso de paz por diferentes medios”.

Estados Unidos también ha estado presente en esta veeduría de lo que pasa en Colombia con el acuerdo de paz. En un comunicado, el departamento de estado dijo: (…) agradece los esfuerzos del Gobierno de Colombia para garantizar que la ley que implementa la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) cumpla con el Acuerdo de Paz de 2016 y la Constitución de Colombia".

Para David Castrillón, analista e investigador de la universidad externado de Colombia, el gobierno del presidente Iván Duque tendrá el reto de mostrar resultados sólidos frente a la comunidad internacional en relación con la implementación del acuerdo en lo que resta de su mandato.

“Ahora se estima que entra un gobierno demócrata a la casa blanca, uno cuyos miembros han criticado abiertamente a esta administración por lo que alegan son incumplimientos al acuerdo de paz de 2016. Se vendrán dos años difíciles para la administración del presidente Duque si no se actúa con previsión y destreza diplomática en este asunto”.