que aproximadamente 76 millones de cuentas corrientes y 7 millones de pequeñas empresas fueron afectadas por el delito informático.
En un documento oficial presentado ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), el banco especificó el tipo de datos que fueron vulnerados en el ataque que sufrió a las webs y aplicaciones móviles de JPMorgan y de Chase.
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Entre la información a la que sí accedieron los hackers figuran nombres, direcciones, números de teléfono y direcciones de correo electrónico de sus clientes, así como información interna de la institución.
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Sin embargo, el banco todavía no ha registrado pruebas de que este robo de datos haya afectado a los números de cuenta, claves de acceso, los números de carné de identidad, las fechas de nacimiento y los números de seguro social.
Aunque sigue investigando, el banco no ha tenido tampoco constancia de que se haya producido hasta el momento un fraude relacionado con este robo de datos, aunque llaman a sus clientes a advertir de cualquier irregularidad.
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"La firma sigue vigilando y controlando la situación e investigando este asunto. Además, el banco está cooperando completamente con todas las agencias gubernamentales a las que afecta la investigación", aseguró en el documento presentado.
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El banco JP Morgan Chase fue una de las cinco entidades estadounidenses víctimas de un ataque, cuyo fin aún se desconoce y sigue siendo objeto de una minuciosa investigación.
El FBI intenta desde entonces determinar el origen de tan elaborado ciberataque y si la motivación que hay detrás de él es simplemente económica o se enmarca en una operación de Inteligencia o espionaje internacional.
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"Las empresas de nuestro tamaño desafortunadamente sufren ciberataques casi cada día. Tenemos numerosas maneras de defendernos de estas amenazas y vigilamos constantemente si ha habido fraude real", dijo entonces Patricia Wexler, una portavoz de JP Morgan.
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El sector bancario estadounidense ha sido un objetivo frecuente de los piratas informáticos en los últimos años, aunque la mayoría de los ataques tuvieron un móvil económico. Es por eso que este caso, que no parece ser del mismo perfil, ha causado especial inquietud a las autoridades. EFE