Juan Pablo Medina, un joven de 25 años de Popayán, interpuso una tutela para evitar que su novia, una joven de 22 años, aborte. Ella ya tiene siete meses de gestación.
Dice él que fue un embarazo deseado, pero, al parecer por presiones de la familia de la joven, ahora está buscando un aborto legal argumentando problemas mentales.
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“Ella dice que no está preparada para tener un bebé, que no tiene los recursos y eso le está generando dificultades en su salud mental”, dice Juan Pablo, que no ha podido entablar contacto con su novia, con la que vivía en unión libre, desde que su suegra y el resto de su familia se enteró del embarazo.
Juan Pablo ha protagonizado protestas en las calles de Popayán con cartelesen los que le pide a su novia que renuncie de la idea de abortar.
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“Yo ya le tengo la cuna, los pañales y todo”, dice este joven que ahora emprendió una batalla jurídica para evitar se cumpla el procedimiento, y además ofreció hacerse cargo de todo lo que necesite el bebé.
“Ella me bloqueó de todo, hasta de las redes sociales”, dijo el joven quien únicamente ha tenido un par de comunicaciones con algunas personas de la familia de su novia y se ha enterado de sus intenciones porque le ha hecho seguimiento documental al asunto en los centros de salud, con la ayuda de su abogado.
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