
Luego de los actos vandálicos ocurridos en la madrugada de este jueves en inmediaciones de la estación San Victorino de Transmilenio (Carrera Décima con Avenida Jiménez), en medio de las manifestaciones de siete comunidades indígenas de Cauca y Nariño, y que llevan varios días asentados en la Plaza de Bolívar de Bogotá; tres representantes de estas comunidades acudieron a la sesión de la Plenaria del Senado para pronunciarse sobre estos hechos.

En un comienzo, los indígenas señalaron que los actos vandálicos fueron por personas infiltradas, ajenas a ellos, pero extendían disculpas a la ciudadanía y a la administración del Alcalde Mayor Carlos Fernando Galán, al que reconocieron las gestiones durante esta semana para asentarse, ser asistidos en sus necesidades básicas y propiciar el diálogo; sin embargo exigieron ser atendidos por el Gobierno de Gustavo Petro .
“Nosotros no nos tapamos la cara, no nos da vergüenza ser indígenas. Los indígenas tenemos una convicción y hemos venido hoy a alzar la voz en protesta . Señor Presidente (Petro), usted no debe portar un bastón de mando en representación de las comunidades indígenas, cuando venimos a respaldarlo y nos deja abandonados en la Plaza de Bolívar”, aseguró Edwin Chávez, representante de la comunidad Quillasinga.
“Le pedimos disculpas a la ciudadanía bogotana y a cada uno de ustedes por el disturbio que pasó esta mañana. Tengan en entendido que nosotros marchamos pero dentro de ella hay gente que pues no se sabe con qué intenciones se nos metieron, obviamente que dañaron nuestra marcha pacífica, por esa razón no se continuó más con la marcha”, sostuvo Ana Ruth Pilcué, de la comunidad Nasa.

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Los indígenas que ya habían sido recibidos en la mañana de este miércoles por el Presidente del Congreso, Efraín Cepeda, criticaron que el Gobierno les esté dando la espalda y no accediendo al diálogo , al asegurar que no son representantes de las organizaciones reconocidas por el Ministerio del Interior. Insistieron en que el CRIC no son los únicos representantes de los indígenas y que estos están limitando el acceso a servicios y políticas del Estado a las comunidades que no están circunscritas a esta organización.
“Se está asumiendo a organizaciones indígenas , en el caso del Cauca, al CRIC, como entidad que recoge y es la única vocera de todos los pueblos cuando no es así. Allá hay resguardos y cabildos ancestrales que han trabajado autónomamente (...) la única vocería que coge tal vez estas organizaciones, no permiten que las políticas públicas del Estado en su conjunto y del gobierno lleguen, porque el CRIC limita ese acceso”, afirma Luis Yalanda, integrante de la comunidad Misak.
Los indígenas señalaron que vinieron a Bogotá a denunciar y no a pedir cosas, ni plata, convenios; sino que a pedir que se respete la diversidad étnica de la nación y se reconozca como movimiento nuevo que recoge siete pueblos indígenas.