La Fiscalía, el Instituto de Vigilanciancia y Control a Medicamentos y Alimentos, y el Ejército realizaron un operativo conjunto en el que incautaron una tonelada y media de medicamentos falsos, con fechas vencidas o elementos descompuestos provenientes de Venezuela y Ecuador. Además, se produjo la captura de 18 personas que conformaban una banda delincuencial dedicada a la comercialización de este tipo de productos ilegales.
Los capturados serán imputados con los cargos de concierto para delinquir, corrupción de medicamentos, explotación comercial ilícita y usurpación de derechos de propiedad intelectual. También se encontraron pruebas de laboratorio, jeringas y guantes, entre algunos otros insumos.
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El Invima ya había solicitado el apoyo de la Fiscalía y de la justicia en general para que se actuara de una forma más contundente con respecto a la falsificación de los medicamentos porque las cifras del negocio son desorbitantes. Se trataría de unos 1,11 billones de pesos en el mercado ilegal.
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En esta ocasión, la Fiscalía y el Invima calculan que, puestos los productos en el mercado, su valor podría ser de unos $1.000 millones. Pero también se encontraron otros $200 millones de pesos en efectivo, lo que da cuenta de la liquidez y rentabilidad de las operaciones.
#Fiscalía e @invimacolombia impidieron que más de una tonelada y media de medicamentos descompuestos y falsos se comercializaran en el país; desarticulada red criminal con la captura de 18 presuntos integrantes pic.twitter.com/npoEdl8L5F
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) April 26, 2018
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La banda falsificaba las cajas de los insumos, pero el producto no generaba la respuesta esperada para los tratamientos. Se encontraron medicamentos anticonceptivos, para el día después, oncológicos, y otra gran variedad de fármacos para enfermedades raras.
Los capturados se encontraban en Medellín e Ipiales, en Nariño. Y adquirían los productos en las fronteras con Venezuela y Ecuador. De otro lado, el ente acusador aseguró que la banda logró hacerse con la confianza de algunos empleados de las EPS que les facilitaban medicamentos de uso exclusivo, por lo que hubo también un daño a los recursos del sistema.
El Invima espera seguir dando este tipo de golpes y que la justicia condene a los implicados para reducir las cifras del delito.
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