Detrás de su ropa y de su capota negra esperaba un hombre que, aunque no permitió revelar su identidad, quiso relatar los momentos angustiosos que vivió cuando probó el NBOMe, la droga sintética que se está escondiendo detrás del LSD.
Tiene 32 años, desde muy joven probó la marihuana y la cocaína, y se vio atraído por el LSD a sus 22.
Cinco años más tarde, por curiosidad y buscando nuevas sensaciones, se atrevió a probar el NBOMe y se estrelló con una mala experiencia.
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"Aunque emula muchos efectos del LSD es una sustancia que te genera cierta ansiedad y una sensación muy fuerte, la subida es muy fuerte y realmente eso no me gustó, sentía que quería salir corriendo", narró.
Ese día esperaba con ansias que los efectos psicodélicos cesaran pero, previamente, era consciente de que esa droga la estaban suplantando por el LSD y que representaba un riesgo.
Por otro lado, se mostró seguro y convencido de que las leyes en Colombia no son suficientes para combatir este problema y menos para castigar a quienes están falsificando el LSD.
"Creo que casi todo el mundo prueba las sustancias por rebeldía. Nadie nos explicó qué era lo que hacía cada sustancia en el organismo, nadie nos explicó qué riesgos tenía y qué efectos podía tener", dijo.
Blu Radio habló con una experta en el tema, Ana María Peñuela, coordinadora de Convivencia Social y Ciudadanía del Ministerio de Salud, quien explicó que son graves los riesgos del LSD y de la “droga disfrazada”.
“Podría, en caso extremo, no solamente tener una repercusión tan importante en la salud mental sino tener serias repercusiones no solamente en la presencia de enfermedades sino incluso presentar cuadros que lo pueden llevar a la muerte”, alertó.
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