En menos de una semana, la difícil situación de orden público en el Cauca provocó la muerte de 15 personas entre indígenas, topógrafos y habitantes de la zona. Las autoridades responsabilizaron a las disidencias de las Farc en la mayoría de estos crímenes, que obligaron el despliegue de una FUDRA con 2.500 hombres en el departamento.
No deje de leer: Duque pide ayuda a indígenas para que fuerza pública ingrese al Cauca
El horror en el Cauca comenzó el 30 de octubre con la masacre de cinco guardias indígenas en el corregimiento de Tacueyó, a manos de las disidencias de las Farc, quienes desde camionetas gama alta abrieron fuego de manera indiscriminada contra los nativos que hacían control territorial en la zona.
Un día más tarde, durante la celebración de Halloween, se presentó una nueva masacre. Cuatro personas que realizaban un trabajo de topografía en Corinto fueron asesinadas y arrojadas a la vía que comunica al casco urbano con el sector de Santa Helena. Este crimen se dio en una confusa situación, luego que los asesinos, presuntos disidentes de las Farc, creyeran que las víctimas eran hombres de inteligencia. Ese mismo día apareció un quinto cadáver en la vereda Huasano.
Publicidad
Convierta a BLU Radio en su fuente de información preferida en Google Noticias.
El 2 de noviembre regresó la violencia al Cauca con el hallazgo de cinco cuerpos. El primer caso sucedió en el municipio de Morales con la muerte de tres personas en un caso relacionado con un robo a una vivienda. Horas después, la Unidad Nacional de Protección confirmó el secuestro y asesinato del escolta Fabián Rivera en Suárez, quien protegía a un líder indígena.
Publicidad
El oscuro panorama de violencia en el suroccidente colombiano terminó en la noche de ese 2 de noviembre con el homicidio de Alexander Vitonas, un joven indígena de apenas 18 años que fue ultimado cuando se dirigía a la casa de su familia.
Con este caso se completaron 15 muertes violentas en el Cauca en tan solo cinco días.