Sobre piedra y en una galería en los pasillos de la universidad está ahora la memoria de los magistrados Alfonso Reyes Echandía, Carlos Medellín Forero, Manuel Gaona Cruz, Fabio Calderón Botero, José Gnecco Correa, Emiro Sandoval Huertas, Ricardo Medina Moyano y Darío Velásquez Gaviria, quienes murieron el 6 de noviembre de 1985 cuando el M19 se tomó el Palacio de Justicia.
También fueron reconocidos los ministros Rodrigo Lara Bonilla, Enrique Low Murtra y los magistrados Hernando Baquero Borda y Carlos Ernesto Valencia.
“Cada vez que observamos y por desgracia con frecuencia, el alejamiento de la regla del buen actuar por parte de algunos administradores de justicia y de ciertos funcionarios encargados de la gestión de los bienes públicos. Callar ante estas irregularidades es ignorar el sacrificio de quienes hoy recordamos”, dijo el rector de la universidad, Hernán Parra Nieto.
En la ceremonia se destacó la trayectoria y aportes al derecho de los maestros y mártires que fueron arrebatados por la absurda violencia que azotaba a Colombia pero que dejaron un legado no solo de valentía, sino académico como un ejemplo para seguir sus pasos y continuar combatiendo esa violencia que todavía no cesa en Colombia.
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“Muy emocionante este momento, muy esperado, se me salen las lágrimas de sentirlo, porque lo veo con su risa, sus carcajadas y su amor por la universidad a la que amaba tanto. Con respecto a la justicia por la muerte de Rodrigo, todavía la seguimos esperando”, dijo a BLU Radio, Nancy Restrepo, viuda del exministro Rodrigo Lara Bonilla.
Durante la conmemoración se entregó este monumento a los familiares denominado ‘’la columna trunca’’ y el ‘’jardín memorial’’ para recordar ese anhelo de los maestros por un mundo digno, una nación en paz, ese país que ellos soñaron.
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Las señoras Susana Becerra, viuda del magistrado Carlos Medellín; Amelia Mantilla, viuda de Emiro Sandoval; Nancy Restrepo, viuda de Rodrigo Lara Bonilla y Susana Sampedro de Baquero, viuda de Hernando Baquero Borda fueron quienes recibieron el monumento con la llama encendida.
Todos los asistentes resaltaron que fueron profesores que ofrendaron su vida conservando principios que tienen que inspirar a los externadistas pero también a los colombianos, la rectitud en la conducta pública y privada. Hoy recordamos esos años de profunda violencia, pero también la grandeza de quienes con ideas combatieron las armas y el narcotráfico.
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