Los hijos de Miguel Rodríguez Orejuela, exjefe del Cartel de Cali, y Carlos Lehder, exintegrante del Cartel de Medellín, se encontraron para recibir la designación como gestores de paz de mano de Hoover Ruiz, director de la Organización Mundial para la Paz, OMPP, para Colombia.
“Serán embajadores de paz para la delegación Colombia y estoy muy seguro que trabajaremos de la mano del Gobierno en las prisiones y las bandas para disminuir la inseguridad y seguir haciendo acciones de paz y, seguir llevando a cabo ese ejemplo de perdón y, de que hay un camino, el camino para la vida es la paz”, indicó Samuel Delgado, presidente de la OMPP, constituida y registrada en Roma, Italia.
“Es una puerta de reconciliación de nuestros apellidos, que creo llevamos, lo digo por Mónica y por mí, con orgullo, en el buen sentido de la palabra, no haciendo apología a los delitos cometidos en un pasado por nuestros padres”, precisó Miguel Andrés Rodríguez.
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Los dos jóvenes, que con su encuentro rompieron el lastre de la guerra histórica entre los dos carteles, enemigos en la década de los 80 y 90, deberán fortalecer su activismo en cárceles del país.
Es un reconocimiento a un trabajo que venimos haciendo desde hace un tiempo con todo el corazón por medio de nuestra historia, vivencias, Mostrarles que es posible sin importante de dónde hayas venido, sin importar el entorno, la familia o las decisiones que hayan tomado otras personas. Tú decides sobre tu propia vida. Además, demostrar que si actúas bien, con Dios por delante, no vas a tener pierde
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“Apoyar y aportar a la sociedad que hoy en día en Colombia necesita mucho de un cambio de pensamiento, de saber que la vida fácil no va por buen camino que trae consecuencias nefastas y son historias que se cuentan para que no sean repetidas”, puntualizó Rodríguez
Este no ha sido el único encuentro en la búsqueda de estrechar lazos de reconciliación. Medellín, cuentan, también fue escenario para que se encontraran los hijos de Lehder, Rodríguez Orejuela y Pablo Escobar, exjefe del Cartel de Medellín.
Tuve la oportunidad de conocerme con Mónica donde también pude compartir con Sebastián Marroquín, Juan Pablo Escobar, hijo de Pablo Escobar. Son personas que han tenido vivencias difíciles al igual que mi persona y que me condiciones paralelas de estar en los zapatos de. No es fácil cargar con el estigma de un pasado de la historia propia de cada familia, pero que nos une la capacidad de querer cambiar el país, querer aportar en la construcción de paz, de la reconciliación y un futuro mejor para las nuevas generaciones
“Es un nuevo comienzo de la malo de la OMPP, un nuevo compromiso para seguir llegando a más personas, para poderles ayudar a quienes viven en vulnerabilidad. Hemos trabajado con personas privadas de la libertad, es uno de nuestros objetivos y es lo que me mueve a diario. Lastimosamente,por la pandemia se ha dificultado el ingreso a las prisiones pero desde afuera seguimos trabajado con ellos para darle una oportunidad de resocialización. No nos podemos seguir quejando por la violencia sin hacer nada al respecto, o por tanta delincuencia e ignorar a quienes están involucrada en ella”, añadió Lehder.